Ser de Villarroya del Campo tiene premio. En concreto, un aguinaldo que incluye una garrafa de 5 litros de aceite de oliva virgen extra de la Denominación de Origen del Bajo Aragón. El consistorio de esta pequeña localidad de Teruel ha decidido premiar a sus habitantes de esta forma, para tratar de retenerlos y que su censo no descienda.

Este municipio de la comarca de Campo de Daroca y al Campo Romanos tiene un área de 16,90 kilómetros cuadrados y 60 vecinos censados, cinco más en el último año.

Para premiarlos, el ayuntamiento ha obsequiado a las familias con una garrafa de 5 litros de aceite de oliva virgen extra de la DO del Bajo Aragón (pensada para todos los mayores de edad) y una bolsa de chucherías para los más pequeños.

Un aguinaldo que su alcalde, José Carlos Franco, quiso repartir durante el pasado puente de la Inmaculada y que ya han recogido 30 vecinos.

Con esta iniciativa, el primer edil quiere aumentar el número de personas censadas y premiar a aquellas familias cuyos nombres ya figuran en el registro, puesto que el porcentaje de subvenciones que reciben los pueblos depende de las personas inscritas en el padrón municipal.

En concreto, en el presente 2019, el 10 % del PLUS (Plan Unificado de Subvenciones) que otorga la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) a cada municipio, cerca de 7.000 euros, son gracias a la población que todavía conserva el municipio.

Localidades como Villarroya del Campo se enfrenta a diario a la cruda realidad de la despoblación, con escasos -o nulos- servicios públicos y accesos en carreteras en malas condiciones.

Con estas actividades, además de tratar de motivar a familiares a que se empadronen en el municipio, también logran mantener unidos a los escasos habitantes del pueblo que, aunque censados, no todos residente en él, pues muchos únicamente acuden los fines de semana o pasan largas temporadas en sus casas familiares, como suele ocurrir durante los meses estivales, cuando la población estacional se dispara. Una costumbre muy habitual en Aragón.