Aragón sigue tomando decisiones para intentar frenar la nueva curva de contagios de coronavirus. Entre las últimas medidas se encuentra la habilitación de la sala Multiusos de Zaragoza como alojamiento para un centenar de pacientes asintomáticos o leves. Ayer comenzaron los preparativos y se prevé que la instalación esté lista el lunes.

Una iniciativa que rubrican el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón para garantizar el aislamiento de los casos positivos que no puedan realizarlo en sus domicilios. También ayer el Boletín Oficial de Aragón recogió las anunciadas restricciones relativas a la fase 2 «estricta» en Zaragoza y su entorno, Bajo Cinca, Los Monegros y Bajo Aragón Caspe, en una jornada en la que bajaron los contagios a 315 en la comunidad (45 casos en Huesca, 38 en Teruel y 232 en Zaragoza) y a 922 en todo el país. Pero el debate de los datos sigue abierto, y los partidos le piden a Lambán que exija al Ministerio de Sanidad que todas las comunidades autónomas den datos «homogéneos» para que Aragón no salga perjudicada en la foto.

La gestión del espacio de la Multiusos recaerá en Cruz Roja y el Salud se encargará de la atención sanitaria de los enfermos. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, explicó que este tipo de alojamientos se habilitan para «colectivos cuyas viviendas no cumplen las condiciones para poder garantizar el aislamiento». No obstante, señaló que este espacio «no es un hospital de campaña, sino un recurso social y un alojamiento alternativo para asegurar el aislamiento». También trabaja el Ejecutivo en la puesta en marcha de otros alojamientos para trabajadores en zonas frutícolas y vinícolas donde pronto comienza la campaña.

Pero Aragón volvió a ser ayer la comunidad con más nuevos casos en España y registra 193 ingresos, 22 más que ayer, con 19 pacientes en uci y 174 en planta. Y Cataluña siguió los pasos de Sanidad restringiendo más la movilidad, en su caso, con el cierre del ocio nocturno en toda la comunidad. Repollés insistió ayer en que no se trata de que Aragón esté peor que otros lugares, sino que se detectan y notifican más casos «por la mayor capacidad de rastreo con 6 contactos por positivo». «Ser la primera comunidad en positivos no traduce la situación epidemiológica en la que nos encontramos», señaló.

«Cada comunidad puede volcar los datos como considere, independientemente de las directrices del ministerio, y nosotros siempre hemos sido muy rigurosos con la información pese a que mediáticamente tengamos un lastre por permanecer en los primeros puestos, cuando es una situación epidemiológica que no se corresponde con la realidad», afirmó. Y al ser preguntada sobre si el ministerio debería obligar a que todos los gobiernos den los datos de manera similar, dijo: «El ministerio sabe perfectamente cómo vuelca los datos cada comunidad y habrá tomado las medidas oportunas para conseguir que ese volcado sea homogéneo». Pero reconoció que eso no es lo que sucede ahora.

En este asunto incidieron los portavoces parlamentarios de PSOE, Ciudadanos y Vox tras la reunión que presidieron el líder del Ejecutivo aragonés, Javier Lambán, y las consejeras de Presidencia y Sanidad, Mayte Pérez y Sira Repollés, con los portavoces de los grupos y los miembros de la Mesa de las Cortes.

El portavoz socialista, Vicente Guillén transmitió al Gobierno de Lambán la necesidad de que exija al Ministerio de Sanidad que garantice el volcado «homogéneo» de datos por parte de todas las comunidades. Susana Gaspar, portavoz de Ciudadanos, manifestó que «la absoluta transparencia de los datos de Aragón está generando perjuicios a nivel mediático, lo que tiene su impacto en el turismo y la economía». Por eso, insistió también en esta «homologación». Y en esto no hubo distancias ideológicas. También David Arranz, de Vox, afirmó que «la transparencia no debería ser un problema», y denunció el hecho de que «otras comunidades no informen con la misma claridad, perjudica a la hostelería y al turismo».

El refuerzo de la Atención Primaria con más rastreadores, mantener el nivel de la realización de PCR y seguir alertas ante situaciones que pueden derivar en brotes, como ocurrió con los temporeros, son las líneas comunes en las que coincidieron los portavoces de Partido Popular, IU, Podemos y PAR. De nuevo, un «cierre de filas» para hacer frente al covid-19.