Al estilo andaluz, explican. Lo llaman así algunos hosteleros al hablar de las terrazas, esas que ocupan muchos pueblos de la costa española durante meses, que estiran la acera varios metros al levantar un palmo la calzada con una base de madera. Es una de las soluciones que propondrán los hosteleros zaragozanos al ayuntamiento para tratar de aguantar vivos la crisis. Se trata de eso, de sobrevivir.

José Miguel Sánchez, director general de la Cámara de Comercio, que estuvo ayer en la reunión con la vicealcaldesa Sara Fernández y la concejala Natalia Chueca, explica que la prioridad es «acelerar» las aperturas. «Se trataría de empezar por las terrazas, de buscar una normativa flexible para que no haya mucha demora, de buscar fórmulas de declaración responsable. Hay que buscar abrir en verano. La voluntad del ayuntamiento es buena y vamos a hacer una propuesta ya este martes para tratar de acelerarlo todo lo máximo posible».

En un sentido parecido se manifiesta Luis Femia, gerente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza y Provincia. «La situación demanda soluciones rápidas. Se van a implantar las distancias y eso va a reducir aforos. Se trata de ser más flexibles, de hacer un uso mayor de la vía pública, de ampliar espacios en aquellas zonas donde el ancho de acera no permita instalar veladores o no más de los concedidos», cuenta Femia, que coincide en que se van a incluir «muchas propuestas en un documento que entregaremos la semana que viene». Entre ellas, que se permita pedir licencia a aquellos que no la tienen y una ampliación a aquellos que ya la poseen.

El planteamiento de trabajo propuesto desde el ayuntamiento tendría un carácter de urgencia y consistiría en la redacción de una circular interpretativa que permitiría flexibilizar algunos aspectos de la actual Ordenanza.

En Zaragoza hay 4.100 bares, 880 restaurantes, 470 cafeterías y 220 alojamientos y hoteles, que pretenden pedir veladores en las azoteas.