Un total de 11.341 familias recibieron en 2018 una ayuda de urgencia del Ayuntamiento de Zaragoza para hacer frente a gastos sobrevenidos, 400 más que el año anterior y 1.400 más con relación a 2014, último año completo de la anterior legislatura.

El número total de ayudas concedidas fue de 34.512 -casi 3.000 más que en 2017- y la inversión fue de 9,6 millones de euros, 700.000 euros más.

Si se comparan los datos con los de 2014, las concesiones han aumentado un 36,1 por ciento, mientras que las partidas destinadas a ayudas de urgencia han crecido más de la mitad al pasar de 6,2 a 9,6 millones de euros.

Así, la consejera municipal de Servicios Sociales, Luisa Broto, ha destacado que esta es una herramienta "fundamental" en los itinerarios de inserción y ha destacado la suficiente dotación presupuestaria, por lo que no ha sido necesaria ninguna modificación de crédito.

La mayoría de las ayudas de urgencia va destinada a la alimentación (19.165), que se encuentran entre las que no han dejado de crecer desde 2014.

Le siguen las ayudas al pago de deudas de alquiler o hipoteca, que han contribuido a evitar 7.634 desahucios de vivienda y las 3.426 destinadas a los suministros energéticos.

Asimismo, como parte del Plan de Lucha Contra la Pobreza Infantil, se han ofrecido 2.254 ayudas de comedor y material escolar y otras 1.723 para atender necesidades de salud, como óptica, bucodental u ortopedia, que son las que más han crecido en este periodo.

Broto ha achacado este aumento generalizado a que en 2014 estas ayudas "igual" no eran las que necesitaba una ciudad como Zaragoza, ya que se priorizaban algunas sobre otras o se producían desfases por la necesidad de aprobar modificaciones presupuestarias, además de por la situación de colapso del Ingreso Aragonés de Inserción durante la legislatura pasada, que sobrecargó al Ayuntamiento.

Del mismo modo, ha señalado que la mayoría de familias accede a estas prestaciones en momentos puntuales, como los meses de invierno por el aumento del coste de los suministros o al inicio del curso escolar, aunque también hay un cierto grado de cronificación, en un porcentaje que no ha concretado y que ha situado en coincidencia con la media estatal.

Por otro lado, ha descartado que estas ayudas corran peligro por la prórroga presupuestaria en el Ayuntamiento, ya que cree que el proceso de aprobación de las cuentas va "muy bien" y que estas partidas se incluyen entre aquellas que están "garantizadas" en todo caso.

Sobre las informaciones recogidas por los medios de comunicación acerca de una persona que vivía alquilada en un trastero, ha advertido de que se está dando actualmente un fenómeno de "chabolismo vertical" que se da en infraviviendas, trasteros o equipamientos abandonados, especialmente en ciudades de tamaño medio o grande como Zaragoza.

Ha informado de que el Ayuntamiento conocía esta situación, después de que un movimiento de "solidaridad vecinal" se pusiera en contacto con el centro social de la zona, pero hasta el momento no se ha podido localizar al afectado.