El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza no baraja la posibilidad de elevar el límite de velocidad de 50 a 60, 70 u 80 kilómetros por hora en el Tercer Cinturón, tal y como ha pedido hoy el portavoz del PP en el consistorio, Eloy Suárez.

Las investigaciones técnicas, indican fuentes municipales en un comunicado, demuestran que aumentar la velocidad podría favorecer la siniestralidad y aumentar la gravedad de las lesiones en caso de accidente.

Añaden que, según el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, la probabilidad de morir en un impacto a 80 kilómetros por hora es veinte veces superior que la de los pasajeros de otros vehículos que colisionen a 30 kilómetros por hora.

De la misma manera, según los estudios de la Organización Mundial de la Salud, un peatón arrollado a 50 kilómetros por hora tiene un 80 por ciento de riesgo de morir, probabilidad que llega prácticamente al cien por cien si el coche circula a 80 kilómetros por hora.

Las mismas fuentes apuntan que el Ayuntamiento de Zaragoza lleva diez años trabajando "con dedicación" para reducir los siniestros de tráfico en la ciudad y para conseguir ese objetivo se puso en marcha en 2004 el Plan Director de Seguridad Vial que, en una década, ha conseguido un descenso de los fallecidos en accidente de circulación en un 56,4 % respecto a la década anterior, y ha rebajado los heridos graves justo a la mitad.

La vigilancia, la formación, la pacificación de calles, el control de las alcoholemias, el respeto a los semáforos y el "estricto control" de la velocidad están haciendo que se reduzcan los accidentes de tráfico en la ciudad, así como sus efectos, indican.

Pero además, el consistorio apuesta por un modelo de ciudad en el que las personas "ganan espacio a los coches", por lo que proponer más velocidad en vías como el Tercer Cinturón es volver a un debate "superado hace muchos años".

Por todo ello, el Gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza considera que la propuesta de Eloy Súarez no se ajusta al Plan Director de Seguridad Vial, "que está dando buenos resultados y que es referencia para otras ciudades españolas".

Las mismas fuentes concluyen que el Tercer Cinturón es una vía urbana con semáforos y pasos de peatones, donde un incremento de la velocidad, aunque fuera por tramos, "generaría más confusión, indefinición e inseguridad en conductores y peatones".