El Ayuntamiento de Zaragoza se ha sumado este jueves a la iniciativa promovida por la Fundación Miguel Ángel Blanco para homenajear al concejal de Ermua (Vizcaya) en el vigésimo segundo aniversario de su asesinato por la banda terrorista ETA en un acto que ha dejado ver las discrepancias entre los grupos políticos.

El acto ha estado presidido por el alcalde, el popular Jorge Azcón, y ha contado con la presencia del subdelegado del Gobierno en Zaragoza, José Abadía, y de ediles de todos los grupos con representación en el Consistorio salvo Zaragoza en Común (ZeC).

Azcón ha destacado que el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco supuso "un antes y un después" en la lucha contra el terrorismo por el "clamor unánime" que provocó en una sociedad española que gritaba "basta ya".

"Nada volvió a ser igual", ha añadido el alcalde, en referencia a que propició que "por fin" se distinguiera a las víctimas y a los verdugos sin "ambages" ni "coartadas".

Pese a que no fue posible, ni con la movilización de seis millones de ciudadanos en las calles, salvar a Miguel Ángel Blanco, "su sacrificio" contribuyó a acabar con la actividad criminal de ETA y los españoles "llevarán su recuerdo en el corazón", ha agregado.

Ahora, ha continuado, quedan "nuevos terrorismos" como el yihadista, así como crímenes sin resolver y asesinos por rendir cuentas ante la justicia.

Del mismo modo, Azcón ha sostenido que también está pendiente la construcción de un relato digno de la historia del terrorismo en España, que entre otras cosas no permita que los asesinos pasen ahora como demócratas.

Previamente, los concejales María Navarro (PP), Víctor Serrano (Cs), Inés Ayala (PSOE) y Carmen Rouco (Vox), así como el subdelegado del Gobierno en Zaragoza, José Abadía, han leído el manifiesto elaborado por la Fundación Miguel Ángel Blanco.

En él, se recuerda al concejal asesinado como "un ser humano sencillo, alegre, un buen hijo y hermano al que le gustaba la música, enamorado de su tierra: el País Vasco y orgulloso de ser español".

Tras el relato del secuestro, que achacan a una venganza de la banda terrorista por la liberación del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, han rememorado la movilización de la sociedad española para exigir la liberación de Miguel Ángel Blanco, que desembocó en una nueva conciencia ciudadana llamada "Espíritu de Ermua".

Hoy, 22 años después y con ETA disuelta, siguen reclamando el esclarecimiento de los crímenes sin resolver, la deslegitimación tanto de la banda terrorista como de su proyecto político, asentar un relato compartido basado en "la verdad, la dignidad y la justicia de las víctimas" frente a los intentos de blanqueo, y la prohibición de los actos de culto al terrorismo, que aseguran que se producen "prácticamente todas las semanas" en el País Vasco y Navarra.

En representación de Podemos-Equo ha acudido al acto la concejala Amparo Bella, quien no obstante no se ha sumado a la lectura del manifiesto por venir impuesto desde la Fundación y no haber sido consensuado entre los grupos municipales.

Al finalizar el acto, Bella ha explicado en declaraciones a los medios que han querido estar presentes porque condenan "todas las formas de violencia", incluida la terrorista, pero que no podían sumarse a la lectura porque no comparten "al cien por cien" el texto y no han podido participar en su redacción.

A ello ha añadido que la Fundación Miguel Ángel Blanco figuró en el expediente del caso Gürtel como un instrumento de la financiación irregular del PP.

Ha concluido diciendo que no quieren que nadie "patrimonialice" la condena de "todas las personas que salimos a la calle hace 22 años" por "decencia democrática, respeto a todas las víctimas y por construir un modelo de sociedad mucho más pacífica, justa y reparadora".