Tirando de tópico, podía haber usado la palabra "imaginación", pero Jorge Azcón ha preferido utilizar el concepto "lógicas distintas" para lanzar un mensaje de tranquilidad ante el agujero económico que tiene el Ayuntamiento de Zaragoza. El alcalde de la capital aragonesa ha visitado la sede de El PERIÓDICO DE ARAGÓN justo el día después de que se conocieran los resultados de la auditoría encargada por el actual equipo de gobierno municipal y que ha desvelado un boquete de 100 millones de euros en el 2019 y la constatación de una deuda global de la institución de 863,6 millones de euros.

Tras saludar a los integrantes de la redacción uno por uno, Azcón ha charlado con el director, Nicolás Espada, la directora general de presidencia de Prensa Ibérica, Irene Lanzaco, y el director general de relaciones institucionales del grupo, Carmelo Calvo, y algunos redactores sobre los ejes básicos de su mandato. Ha reconocido un "serio" problema de inversión, pero descarta subir impuestos: "No habrá subida de impuestos", ha reiterado una y otra vez. "Sé que la arimética es la que es, pero también que se pueden hacer cosas distintas. Hay muchos caminos que se pueden explorar en la colaboración entre administración y empresas. Hay que saber aplicar lógicas distintas, algo que no se ha hecho en etapas anteriores".

Muy reservado sobre muchas de las iniciativas que actualmente se están estudiando, el popular ha remarcado que la "situación es preocupante", "pero que se pueden encontrar soluciones". Azcón cree que hay mucho que mejorar en la gestión, ya no solo del propio ayuntamiento, "también en las sociedades que dependen del ayuntamiento". Asimismo, ha añadido que en los últimos años ha habido "cierta laxitud" en el seguimiento de los ingresos del consistorio.

Respecto al proyecto estrella de su mandato, la nueva Romareda, también las coordenadas están claras: "No se puede destinar ni un solo euro público de la ciudad al nuevo campo". Y es aquí donde entran las propuestas imaginativas o la aplicación de "lógicas distintas", aunque estas están aún por venir. "Lo contaremos en su momento", ha dicho enigmático. "Hasta ahora --ha matizado Azcón--, nadie nos ha propuesto ponerle un nombre comercial al estadio".

Otro punto que sobresale en sus prioridades pasa por el sellado del vertedero, ya que, "estamos hablando el principal problema medioambiental de la ciudad de Zaragoza".

Respecto a la ingente deuda, el alcalde, lejos de cebarse con la gestión de ZeC en la anterior legislatura, ha dado un salto en el tiempo, apuntando directamente a la etapa del socialista Juan Alberto Belloch (aunque sin nombrarlo), y concretamente al entonces responsable de las cuentas municipales: Fernando Gimeno. "Me llevo muy bien con él, pero buena parte de los problemas que tenemos ahora vienen de aquella gestión". Azcón ha destacado el daño que están haciendo a la ciudad las distintas sentencias judiciales en contra de procesos iniciados en aquella época por las revisiones de precios de importantes partidas económicas de la ciudad.

La visita ha estado jalonada de anécdotas. Desde la conversación que ha girado en torno a la habilidad del alcalde para la paella hasta el momento en que este ha roto el gollete de una botella de agua cuando trataba de abrirla (ver vídeos).

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