La derecha en el Ayuntamiento de Zaragoza prevé consumar hoy en la Comisión de Hacienda su primera victoria de calado en la actual legislatura. El Gobierno PP-Cs finalmente ha logrado convencer a Vox para que apoye las ordenanzas fiscales propuestas para el 2020. Fundamentalmente la del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) que la formación de ultraderecha solo ha conseguido mejorar para las poco más de 3.000 familias numerosas y ni siquiera con las bonificaciones que al inicio exigía. Su portavoz, Julio Calvo, presentó un voto particular exigiendo un 80% de descuento para las de régimen general y hasta un 90% para las de especial y al final, según él mismo anunció en declaraciones a este diario, se quedarán en un 60% y 70%, respectivamente.

Un acuerdo que el propio Calvo considera «razonable» y «suficiente» para que salga adelante el IBI y todos los impuestos, tasas y precios públicos propuestos por el Gobierno de Jorge Azcón, al que solo le ha conseguido imponer una condición: «que no haya diferentes bonificaciones clasificadas por tramos de valor catastral», que era la contraoferta que le planteó la responsable de Hacienda, María Navarro. Finalmente, y salvo sorpresa de última hora, las familias numerosas que perciban un descuento en el recibo del 60% o del 70% será el mismo tanto si su casa vale 70.000 euros como 700.000.

Es más que probable que las críticas de la izquierda se focalicen hoy, antes de votar en la Comisión de Hacienda (paso previo a llegar al pleno), en este aspecto, que la derecha ponga en marcha ese «rodillo» de 16 votos que suman para hacer menos progresivo aún un impuesto como el IBI. En los últimos años, todo el debate ha girado en torno a si se gravaba más a las grandes empresas -el principio de que pague más el que más tiene-, pero ahora saldrá adelante una propuesta que hace tabula rasa con todos los inmuebles, con independencia de su valor catastral. Así, se aplicaría un 0,33% de rebaja a todos los hogares si el Catastro acepta una reducción del 3% lineal a todos a final de año y, si no lo hace, automáticamente subirá a todos en torno a un 4% de media; y bonificaciones a todas las familias numerosas con independencia del valor de su vivienda.

Mientras, para el Gobierno PP-Cs supondrá una pérdida mínima de ingresos en el IBI que sí está dispuesto a asumir con tal de que todas las ordenanzas fiscales del 2020 salgan adeñante. Primero porque los beneficiarios de esas bonificaciones impuestas por Vox serán solo 3.000 inmuebles sobre los más de 500.000 que hay en Zaragoza. Segundo, porque ese 80% y 90% inicial se ha descafeinado mucho dejándolo en un 60% más aceptable. Y tercero, y más importante, porque para disfrutar de ellas, deberán solicitarlas, y eso siempre se deja a muchas familias en el camino.

Sin embargo, para Vox, según explicó Calvo, es un éxito de negociación, porque también se le ha aceptado el voto particular que exigía el dictamen preceptivo de la Junta Municipal de Reclamaciones Económico-Administrativas, un órgano que ni existe pese a que lo exige el reglamento del ayuntamiento.