El Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza tienen muchas cosas pendientes desde la pasada legislatura (y anteriores) que tendrán que tratar de resolver los Gobiernos actuales. El primer encuentro entre los responsables de ambas instituciones será en septiembre, aunque todavía no hay ninguna fecha cerrada. A la espera de la cita, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, dejó bien claro ayer que entre sus prioridades se encuentra renegociar el Impuesto de Contaminación de las Aguas (ICA). «Tenemos que hablar del convenio, que es el pago del impuesto, y de las obras que se tienen que hacer en el abastecimiento», explicó Azcón.

Con la reforma pendiente en las Cortes (primer paso para cualquier avance), Azcón explicó ayer que hay que alcanzar un acuerdo para que los impuestos de los zaragozanos en materia de saneamiento de aguas reviertan en la propia ciudad y en el mantenimiento de su red. La propuesta no es nueva, porque Lambán se las trasladó al anterior Gobierno municipal que la rechazó porque requería que las Cortes aprobasen los cambios. El Gobierno de Aragón presupuestó en el 2018 una recaudación de 69.155.525 euros, aunque finalmente fue de 64.239.259 euros, 12,7 millones más que en el 2017, y lo que quiere Azcón es que es parte de esta recaudación se invierta también en la ciudad, que ya financió sus propias depuradoras de agua.

Las negociaciones podrían ser más que en el anterior legislatura, y no solo si Azcón sigue su propio mensaje, ese de que los representantes políticos están «para solucionar las cosas y no crear más problemas», sino porque el actual Gobierno de Zaragoza PP-Cs sí que está a favor del pago de este impuesto. Para el alcalde es necesario que la relación entre DGA y ayuntamiento se «normalice», después de cuatro años en los que Lambán y Pedro Santisteve han tenido varios desencuentros, especialmente por el tema del ICA que hizo saltar las chispas en más de una ocasión. Que alguno de sus concejales se comiese un recibo del ICA no ayudó a salvar sus diferencias.

«Hay muchas cuestiones pendientes con la DGA. Una fundamental es la de normalizar las relaciones», afirmó el primer edil. También está por ver qué pasará con la deuda del tranvía, ya que cada institución habla de una cifra totalmente distinta, o la ley de capitalidad. También quedan temas pendientes como las competencias impropias, los antiguos Juzgados, o los convenios en materia social. Estos asuntos se incluyeron en el orden del día de las bilaterales programdas durante la pasada legislatura y que se quedaron en el limbo.