El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y el concejal de Urbanismo de la ciudad, Víctor Serrano, viajan este jueves a Bilbao para conocer in situ todo el proyecto de construcción del nuevo campo de fútbol de San Mamés, una macro obra en el corazón de la capital vizcaína que, según califica el propio consistorio zaragozano en una nota, ha sido "un ejemplo de cooperación institucional".

Se trata de un movimiento más (en este caso acompañado de los representantes de los medios de comunicación) de los muchos que ha dado Azcón desde que se hizo con la vara de mando de la alcaldía con el objetivo de levantar una nueva Romareda. Es la "prioridad" de su mandato, su gran promesa electoral. Eso sí, "sin que se tenga que poner ni un euro de las arcas municipales", en palabras del propio alcalde, que prefiere apostar por "otras lógicas" para financiar un campo cuya construcción rondaría, según los cálculos del propio Azcón, los 70 millones de euros.

San Mamés Berria SL

De momento, y después de haber tratado de involucrar ya al presidente Javier Lambán, los planes inmediatos del alcalde de Zaragoza pasan por conocer a fondo lo ocurrido en Bilbao con San Mamés, donde en su día se constituyó la Sociedad San Mamés Berria, SL para construir el nuevo campo. Estaba integrada por el Athletic Club (23,58% del capital), Diputación vizcaína (23,58%), Gobierno vasco (23,58%), Kartera 2 SK-Grupo Kutxabank (23,58%) y Ayuntamiento de Bilbao (5,68%).

El actual San Mamés se inauguró el 16 de septiembre del 2013 después de que la primera piedra se colocara el 26 de mayo del 2010, un acto protocolario que por cierto costó 63.545 euros. Según el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP), la inversión total en la flamante instalación fue de 186,5 millones de euros, desglosados de la siguiente manera: 140,9 millones las obras, 33,6 millones en concepto de suelo y 12 millones en licencias municipales.

El Athletic necesitó de la ayuda de las principales instituciones vascas para acometer la obra a cambio, eso sí, de incluir en el proyecto instalaciones públicas como un polideportivo municipal, un módulo de atletismo subterráneo y un centro de medicina deportiva.

El nuevo San Mamés.

El club vizcaíno, uno de los cuatro que no se vio obligado a convertirse en sociedad anónima en los años 90 (los otros tres son Osasuna, Real Madrid y FC Barcelona), tuvo que desembolsar 50 millones de euros, aunque de esta cantidad 17 millones provenían del valor del suelo del viejo San Mamés, del que era propietario. La misma cifra puso sobre la mesa la Diputación Foral de Bizkaia (33 millones más otros 17 obtenidos del valor del terreno donde estaba la vieja Feria de Muestras y hoy se eleva el nuevo campo).

El Gobierno Vasco y la BBK (marca anterior a Kutxabank) aportaron otros 50 millones de euros cada uno y el Ayuntamiento de Bilbao liquidó los 12 millones del coste de las licencias municipales. Parece ser que el consistorio puso también 60.000 euros de forma simbólica.

Para articular la financiación se constituyó la ya nombrada San Mames Barria, sociedad pública que gestionó el proyecto. El club dejó de ser el propietario único del campo, aunque si su principal beneficiario.

Investigación de la Comisión Europea

En enero del 2014, la Comisión Europea abrió una investigación a siete entidades deportivas españolas, entre ellas el Athletic, por posibles ayudas públicas ilegales. En julio de 2016, Bruselas archivaba el procedimiento administrativo por el que analizó si la Diputación Foral de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao y el Gobierno Vasco habían ayudado de forma inadecuada al Athletic.

El campo que hoy visitan Azcón y Serrano tiene una capacidad de 53.289 espectadores y está catalogado por la UEFA como de categoría 4, por lo que será sede el año que viene de varios partidos de la Eurocopa, competición que en su próxima edición estará repartida por 12 ciudades de otros tantos países. Bilbao albergará tres partidos de la fase de grupos (dos de ellos de España, ya clasificada) y uno de octavos de final. San Mamés está homologado para acoger finales de la UEFA League, aunque no de la Champions League, ya que para ello debería tener un aforo superior.