El presidente del Gobierno español, José María Aznar, avivó ayer la polémica sobre las más que dudosas identificaciones de las víctimas del Yak-42 al acusar a la oposición de "remover a los muertos" y usar la tragedia con fines electorales. Sus palabras provocaron duras respuestas de familiares y de oposición.

El jefe del Ejecutivo decidió hablar sobre el accidente de Turquía tras meses de silencio. Y justo después de que el Ministerio de Defensa haya vivido una profunda crisis al conocerse que la Fiscalía turca no pudo identificar a treinta de los fallecidos, porque los militares españoles que coordinaron los reconocimientos pidieron que les entregaran los cuerpos.

"Dejen descansar a los muertos, porque las elecciones no pueden justificar que a los muertos no les dejen en paz", reprochó Aznar al PSOE durante la rueda de prensa que ofreció junto al presidente de Guatemala, Oscar Berger. Aznar añadió que en los ocho meses desde que ocurrió la tragedia --en realidad son ya más de nueve--, Defensa ha dado "todas las explicaciones que le han pedido y seguirá haciéndolo".

Además, el presidente aseguró que el Ejército "siempre" ha tenido el "apoyo" de su Gobierno.

REACCION DE LAS FAMILIAS Con contundencia, el padre de uno de los fallecidos, Francisco Cardona, no dudó a la hora de responder a Aznar: "Quienes llevamos más de nueve meses pidiendo explicaciones, que no ocho, somos nosotros. Si el hijo del presidente estuviera entre los muertos, jamás habría actuado así". Y en la misma línea se manifestó Rosario Benítez, viuda del comandante José A. Fernández, quien remarcó que los muertos y las familias descansarán cuando sepan "la verdad". "Hasta que no nos den las explicaciones que merecemos no pararemos", denunció Benítez.

Igual de crítica se mostró Ana Ochoa, viuda de hecho del sargento primero Miguel Angel Algaba: "Soy apolítica, pero seguiré persiguiendo mi verdad hasta que la encuentre o me tope con un muro que me resulte imposible de traspasar".

Por su parte, Federico Trillo trató de defenderse tras dos días sin hablar del Yak-42. Afirmó que desconoce la existencia del Protocolo de Examen de Cadáveres, Autopsia e Identificación y que "muchos de los documentos" sobre las identificaciones "pueden estar bajo secreto sumarial". El ministro subrayó que Defensa está "a plena disposición de las familias para facilitarles su viaje a Turquía --donde los allegados pretenden cotejar su ADN con las muestras de tejidos tomadas a los militares--".

Por su parte, el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó que las valoraciones de Aznar son "suficientes para que haya un cambio". Y mientras el portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Jesús Caldera, pidió la dimisión de Trillo "por ocultar y manipular información", el secretario de Organización del partido, José Blanco, calificó de "zarpazo miserable" el discurso del presidente. El candidato de IU, Gaspar Llamazares, opinó que es "lamentable" el "chantaje" al que se están viendo sometidos los allegados por parte de Defensa.