Un elevado consumo en la infancia de azúcares y alimentos procesados y la ingesta baja en frutas y verduras son factores de riesgo de enfermedades crónicas. Así se desprende de un estudio del grupo de investigación Genud de la Universidad de Zaragoza y que se ha publicado recientemente en la revista European Journal of Nutrition. La investigación muestra la asociación entre los patrones alimentarios y el estado inflamatorio en niños europeos, que es un estado metabólico que puede estar condicionado por la presencia de obesidad, o también algunos estilos de vida, como la alimentación.

El grupo Genud ha demostrado que los niños con el patrón de alimentos azucarados y procesados tenían un 39% más de probabilidades de tener un estado inflamatorio elevado en comparación con los del patrón saludable.