El Gobierno de Aragón debe actuar rápidamente para evitar que las fugas de lindano en el barranco de Bailín se le vayan de las manos. Un informe independiente encargado por la propia Administración autonómica y dado a conocer ayer atribuye el problema a las obras en el vertedero de las afueras de Sabiñánigo y revela que "existe riesgo de que se sucedan" episodios de aportaciones de masa contaminante al río Gállego", sobre todo con motivo de tormentas o lluvias intensas.

El documento, realizado por la consultora medioambiental Emgrisa, subraya que, hasta tanto no se haya descontaminado el antiguo vaso del vertedero de Bailín, se pueden repetir filtraciones como las que ya se registraron el 26 de julio, el 7 y el 14 de julio y a principios de este mes. De ahí que los expertos recomienden controlar las surgencias en el frente rocoso del vaso y la limpieza de lodos en el barranco y en zonas de deposición.

El informe señala que la aparición de restos de lindano en el cauce del Gállego (que obligaron a prohibir el consumo humano en varias localidades, a instalar filtros de carbono activo y a utilizar agua del Cinca para el suministro en Monegros) posee "al menos tres fuentes posibles, una principal y dos secundarias".

50 KILOS DE HCH

Se trata, por un lado, de las escorrentías superficiales que se dan en el barranco de Bailín y de las obras del vertedero de hexaclorociclohexano (HCH), que terminaron recientemente y consistieron en trasladar los restos de pesticida desde su antiguo emplazamiento a un nuevo vaso situado al lado mismo. Esta posible causa ya fue señalada en su día por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y por Ecologistas en Acción, que denunció irregularidades en la operación de desmantelamiento.

Además han podido contribuir las masas de caudales procedentes de aguas arriba del barranco de Bailín (la fábrica de Inquinosa, el embalse de Sabiñánigo y el vertedero de Sardas) y de las aguas subterráneas de este mismo arroyo, como sugirió la Diputación General de Aragón.

"El informe nos ratifica en lo que pensábamos y en lo que ya estamos haciendo, que es descontaminar el barranco de Bailín y hacerlo hermético al río Gállego", subrayó ayer el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, que insistió en que el traslado de los restos de lindano del antiguo al nuevo vertedero "no está mal hecho".

No obstante, pese a la opinión del consejero, el documento recalca que el peligro de repetición del problema existe por la materia contaminada que puso en circulación la obra de desmantelamiento.

Emgrisa apunta, por otro lado, que las concentraciones de restos del pesticida lindano detectadas en el Gállego "tienen que ver con las precipitaciones caídas en la zona" el verano pasado, que en algunos casos fueron muy intensas.

Asimismo, la depuradora de lixiviados (sustancia que rezuman los residuos) y aguas de escorrentía que existe en Bailín puede haber tenido "cierta influencia" en las concentraciones descubiertas en los análisis realizados aguas abajo. Pero este punto se descarta como origen principal del problema en función de las cifras de vertido detectadas.

Emgrisa calcula que la masa de HCH que ha circulado por el río Gállego desde el 5 de junio al 15 de octubre podría ser del orden de 50 kilos, similar a la estimada para el cauce del Gállego aguas abajo de Bailín. De hecho, la masa de HCH calculada para el barranco de Bailín es "menor de la que previsiblemente podría haber circulado". Sin embargo, esta diferencia puede atribuirse a diferencias en la metodología de muestreo y al uso de sistemas de medición insuficientes.