Las acciones de prevención de Proyecto Hombre llegaron a más de 600 usuarios el año pasado. Entre ellos se encuentran los 190 alumnos y las 115 familias que participaron en 14 acciones preventivas y los 259 profesionales y voluntarios que recibieron formación. Así lo explicó ayer el director de la Fundación Centro de Solidaridad de Zaragoza (CSZ), Jesús Sánchez, en el balance anual de los datos de atenciones a adolescentes y las acciones preventivas del año 2016.

El programa Tarabidan se centra en el comportamiento de los jóvenes respecto a las drogas. Está dirigido tanto a los adolescentes como a sus familias, ya que es necesaria su implicación para aprender a situarse frente a los cambios en las relaciones con los jóvenes. De los atendidos en el 2016 en este programa, un 80% de los casos eran chicos, un 20% eran chicas y la media de edad fue de 17,2 años. Hace una década era de 18.

Desde la fundación pretenden continuar apoyando los programas de prevención de la drogodependencia y como novedad, van a impulsar una iniciativa de formación on line como herramienta para llegar al medio escolar. Para ello el Centro de Solidaridad de Zaragoza acordó ayer un convenio de colaboración con las fundaciones Ibercaja y Caja Inmaculada mediante el que las entidades aportarán 40.000 euros para la causa. Con ellos se seguirá impulsando la atención de padres, escolares y jóvenes así como la formación de profesionales y voluntarios.

COLABORACIÓN

Las obras sociales de las entidades bancarias renuevan de este modo su colaboración con la institución que previene y combate la drogodependencia. «Proyecto Hombre realiza un magnífico trabajo para evitar consumos no saludables y además apoyan a estas personas en su mundo para que no se vengan abajo. Es un tratamiento social y psicológico para ellas y sus familias», recalcó la directora general de la fundación Caja Inmaculada, María González.

Por su parte, el director de la obra social de la fundación Ibercaja, Juan Carlos Sánchez, destacó que «el objetivo principal es crear una sociedad mejor, pero es difícil si las personas no están en condiciones óptimas. A las adicciones y las drogas no se les ha dado la importancia que tienen durante la crisis».

Las acciones de la fundación CSZ se han enfocado en tres programas: un consultorio, Tarabidan (centrado en jóvenes que ya han tenido algún contacto con la droga) y un curso de formación on line.

El consultorio de intervenciones psicoeducativas pretende promover una mejor preparación de los profesionales que se incluyen en el proceso de crecimiento integral de los adolescentes y jóvenes. Para ello asesora y forma en la prevención a las administraciones locales, centros educativos o dispositivos de atención sociosanitarios.

TRES PROGRAMAS

Mientras que antes las acciones se centraban en informar sobre los riesgos de las sustancias, ahora el énfasis se pone en la persona para hacerle cuestionarse la funcionalidad de las drogas y si le proporcionan ayuda realmente.

Además, un total de 125 jóvenes y 133 familias participaron en el programa Tarabidan (soporte en aragonés), que tiene como objetivo promover el proceso educativo y de maduración para que los afectados se alejen del mundo de las drogas y adquieran nuevos hábitos de conducta más saludables. «Cuantas más cosas construyan en su vida menos espacios dejan a las drogas. La clave está en la persona», apuntó.

PROGRAMA ‘ON LINE’

Por último, el programa de formación on line pretende ser una nueva vía para llegar al medio escolar. Una herramienta de prevención dirigida a estudiantes y profesionales de la salud. De este modo también podrán acceder a él personas que no residan en Zaragoza. Está previsto que los dos primeros cursos se pongan en funcionamiento en el mes de febrero, que se desarrollará a través de SEAS (Estudios Superiores Abiertos), del grupo San Valero.