La madre del niño herido el pasado sábado en la estación de Astún explicó que iba con sus dos hijos "por una pista azul cuando se cruzó el surfista. Menos mal que no chocó con el niño pequeño, porque la colisión hubiera podido matarle".

El herido, de 10 años, permanecía ayer en situación estable dentro de la gravedad y seguía en la UCI de Pediatría del hospital Infantil. "Los médicos nos han dicho que todavía existe el peligro de que se rompa el bazo, pero tenemos esperanzas", dijeron los padres tras visitarle por la noche. El niño tenía dolores abdominales y se le suministraban dosis de anestesia.

El matrimonio, que reside en Bilbao, no se pronuncia sobre qué medidas se deben de adoptar en las estaciones de esquí para incrementar las medidas de seguridad frente a la gran aceptación del snowboard . "Existe la impresión de que algunos surfistas circulan a gran velocidad, pero los responsables de la estación de Astún nos dijeron que no podían hacer nada por impedirlo, ya que no tienen competencias para adoptar medidas. Ni siquiera pueden retirar el bono a quien se extralimita en los descensos", señaló.

El padre añadió que ya existe un reglamento de seguridad en las estaciones, "que señala una serie de medidas de precaución, como la distancia que se debe de guardar para evitar accidentes o la velocidad que no se debe de sobrepasar. Ignoro si se puede incrementar la seguridad y aminorar los posibles riesgos. Saber si hay personas que corren demasiado es fácil, bastaría con filmar con un vídeo las pistas".

Su mujer recuerda que el chico que descendía en la tabla "también se asustó mucho con el choque. Era muy corpulento y también recibió un golpe muy fuerte en la pierna, aunque menos grave que el sufrido por mi hijo".

Los médicos que atienden al menor no temen por su vida, pero, según los padres, "todavía no pueden asegurar que no vayan a surgir complicaciones".