Aragón redujo en el 2017 el número de bajas por enfermedad profesional un 10,15% después de tres años consecutivos de subida, siendo la más alta en el 2016 con un 22,62%. En concreto, la comunidad registró un total de 1.217 enfermedades profesionales de las que 487 supusieron una baja y 730 no requirieron de ella, según datos del Gobierno de Aragón recogidos por el Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral (ISSLA). Las últimas bajadas se habían producido en los años de crisis, siendo la más acusada en el 2012, un 30,49% como consecuencia del descenso de la actividad y crecer el número de parados.

Para el jefe de la unidad de Medicina del Trabajo, Ergonomía y Psicosociología del ISSLA, Fernando Marzo, esta tendencia es «positiva», pero avisa sobre las empresas que «tienen menos plantilla y producen lo mismo ya que eso puede llevar al límite la sobreexplotación del cuerpo humano». En el 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers y el inicio de la crisis el número de bajas por enfermedad profesional empezó a reducirse drásticamente y no subió hasta los años de recuperación económica, es decir el 2014, 2015 y 2016. Marzo destaca que «en la época de crisis, cogerse una baja no interesaba al trabajador» pero aún así señala que «lo habitual es que una enfermedad profesional, por ejemplo una tendinitis no requiera baja y puedas volver a trabajar.

Distribución/ De las enfermedades profesionales registradas en Aragón, la provincia de Zaragoza constituye más de un 70%, 363 en el caso de las bajas lo que representa un 74,54% del total de la comunidad. Esto se debe a su mayor tamaño y al número de trabajadores, superior a Huesca que ocupa el segundo lugar con un 15,20% y Teruel que cierra la lista con un 10,27%. En función del género, los hombres son los que más bajas profesionales obtienen con un 54,56% mientras que las mujeres constituyen el 45,44%. Para Marzo, la edad es «otro factor importante» ya que casi el 50% de los que resultaron enfermos realizando su trabajo se concentran entre los 40 y 50 años. Para Marzo, esto se debe a que «tenemos un país muy envejecido y por ello en ciertos trabajos, sumado a los movimientos repetitivos, está el propio deterioro del cuerpo».

Principales enfermedades/ Pero, ¿cuáles son las principales enfermedades profesionales? Con gran diferencia respecto a los demás supuestos, las enfermedades son causadas por agentes físicos (movimientos repetitivos, tendinitis…). Estas afectan más a los hombres (48,25%) que a las mujeres (43,74%) y van seguidas a mucha distancia por enfermedades de la piel (dermatitis) con un 2,05% y un 1,44% respectivamente.

Estas enfermedades con baja afectan en mayor o menor medida a todos los sectores de producción, el de la industria supone un total de 238 bajas seguido de servicios con 211. Por detrás se sitúan la construcción con 26 y el sector agrario con 12. Marzo destaca que «este es el sector menos presente pero también se debe a que muchas bajas se infradeclaran por las propias condiciones del sector» Entre las actividades económicas más frecuentes, destaca la fabricación de vehículos de motor con 115 casos, sobre las que Marzo señala que «estas empresas con la llegada del coche eléctrico, van a ver muchas patologías descender», la industria de alimentación con 80 y la fabricación de maquinaria y equipo con 72. Entre las ocupaciones se sitúan los peones de industrias manufactureras con 148, trabajadores de la madera, textil, confección con 123.

Marzo señala que «el problema es el diagnóstico, ya que no solo intervienen criterios médicos sino también jurídicos. Además puede tardar en manifestarse». Por último añade que «de todas formas intervienen las mutuas». Esta siempre tiene que estar presente en el proceso ya vaya el paciente por iniciativa propia o de la empresa. Para la declaración, la mutua pedirá al empresario los datos básicos del trabajador para la cumplimentación del parte.