Dar a conocer, recuperar y conservar el patrimonio natural, artístico y cultural de Aragón. Con este objetivo, CAI y Prames firmaron hace dos años un convenio para desarrollar el programa CAI, Naturaleza y Medio Ambiente , que culminará en el 2005 y del que ayer se hizo balance. Más de 200 colaboradores acudieron a la cita del director general de la entidad, Luis Calvera, y el presidente de Prames, José Ramón Morandeira, quienes aseguraron que "si Prames no existiese, habría que crearla".

Con un presupuesto global de alrededor de tres millones de euros, este proyecto "representa un hito muy importante con respecto a numerosas acciones en los campos que ya se venían realizando", aseguraron los responsables, que recordaron cómo la colaboración entre ambos se retrotrae a 1994.

"Toda la sociedad aragonesa debería implicarse con la contribución de Prames hacia el Medio Ambiente. Ya que no lo hace exclusivamente desde el punto de vista ecológico, sino desde el conservadurismo para que el hombre pueda disfrutar de la naturaleza", afirmó Luis Calvera.

Este programa medioambiental incluye actuaciones como la edición de la colección de guías Rutas CAI por Aragón , de los que se han publicado 14 de los 50 títulos previstos. De periodicidad mensual, ofrece itinerarios para disfrutar al máximo de la riqueza natural, cultural, gastronómica y artesanal. Y la publicación de los mapas turísticos de las provincias de Huesca, Teruel y Zaragoza.

Otro trabajo es la restauración y recuperación de monumentos como la iglesia de Morillo de Sampietro, la ermita de San Miguel de El Frago o la de la Virgen del Campo de Camarilla. O el mantenimiento de la red de senderos de Aragón. La comunidad cuenta con 6.000 kilómetros balizados. Y para su mantenimiento, la CAI está financiando los trabajos ejecutados por Prames.

EDUCACION AMBIENTAL Por último, un total de 10.000 escolares han participado en estos dos años en las distintas actividades medioambientales y en el circuito activo de montaña que se realiza en las instalaciones de Prames. Su intención es aproximar a los niños aragoneses de 8 a 12 años el disfrute y el conocimiento de las montañas mediante actividades lúdicas y didácticas.