Las obras del banco de sangre de Aragón, reivindicado desde hace dos décadas por la comunidad sanitaria, podrán empezar al fin. El consejo de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó ayer conceder una licencia parcial de obra y actividad para este instituto hematológico, que se ubicará en una parcela del psiquiátrico de Delicias.

El permiso se concedió, sin embargo, con polémica; el PP aseguró ayer que se ha incurrido en una "ilegalidad manifiesta" al dar vía libre a una licencia sin que se haya aprobado antes el preceptivo proyecto de reparcelación.

El Gobierno municipal PSOE-CHA apoyó el proyecto de la DGA, impulsora de las esquinas, que incluye además 111 plazas de garaje, frente a las 22 previstas, para uso del Banco de Sangre. PP y PAR se abstuvieron.

Según explicó en rueda de prensa el teniente de alcalde de Urbanismo, Antonio Gaspar, se ha concedido esta licencia "haciendo un esfuerzo político importante" y teniendo en cuenta la necesidad de este equipamiento para Aragón. Reconoció que no se ha aprobado aún la reparcelación, pero la DGA, precisó, se ha comprometido a ceder 600 metros cuadrados de zona verde que le corresponden al ayuntamiento.

Gaspar aseguró que se ha seguido el trámite legal en la concesión de la licencia. "Que hayamos corrido es una cuestión de voluntad política, lisa y llanamente", dijo, aludiendo a la larga espera de estas instalaciones. El edil aseguró que no entendía por qué el PP "no está a la altura de las circunstancias".

Frente a las dudas planteadas por el PP respecto al uso de las plazas de aparcamiento, 58 subterráneas y 53 en superficie, Gaspar aseguró que según informe del Gobierno de Aragón estarán vinculadas al uso del banco de sangre.

Respecto a los trámites del resto de las esquinas del Psiquiátrico, donde se van a construir viviendas y equipamientos, el responsable de Urbanismo recordó que su tramitación tiene una "complejidad técnica enorme" y es necesario tener aprobado el proyecto de reparcelación antes de conceder licencias.

El Gobierno autónomo pidió permisos para edificar en enero del 2003, pero lo que quería construir no se ajustaba a los proyectos aprobados y fue necesario tramitar una polémica modificación del Plan General para permitir la edificación de un mayor número de viviendas. Con la venta de los pisos se financiarán los equipamientos.