La banca española sigue metiendo tijera a la red de oficinas. El goteo de cierres no cesa y, tras once años de recortes, Aragón está a punto de situarse por debajo de las 1.000 sucursales. En los últimos doce meses han bajado la persiana 32 en la comunidad (21 en Zaragoza, 8 en Huesca y tres en Teruel), a una media de entre dos y tres menos cada mes, al pasar de 1037 a 1.005 (sin incluir los establecimientos financieros de crédito), según los últimos datos del Banco de España correspondientes al mes de septiembre del 2019. Desde diciembre del 2008, cuando se alcanzó el máximo histórico con 1.796 oficinas, han desaparecido 791, es decir, casi la mitad de la que operaban entonces (el 44%).

La reestructuración no parece perder fuerza e, incluso, se ha acelerado en los últimos meses al calor de los expedientes de regulación de empleo (ERE) que han aplicado algunos grandes bancos a nivel nacional, que han tendido cierto impacto en la comunidad. De hecho, en el último trimestre contabilizado (de junio a septiembre) cerraron en Aragón 17 oficinas frente a las dos que se clausuraron en el mismo periodo del año anterior.

Aragón cuenta así con 1.043 sucursales bancarias de entidades de depósito, la cifra más baja en más de tres décadas. Habría que remontarse a marzo de 1977 para encontrar un número más bajo. En estos datos no se han computado los establecimientos financieros de crédito (EFC), especializados en crédito al consumo, que cuentan con otras seis oficinas en Aragón, las mismas que hace un año pero casi las mitad respecto a las que había en el 2009 (11).

Ajustes desde el 2008

La provincia de Zaragoza, y especialmente la ciudad, ha sido el epicentro del recorte bancario de la última década, con la pérdida de la mitad (el 49,8%) de las oficinas: de 1.202 a 603 sucursales, es decir, 599 menos. En Huesca, se han cerrado 137 establecimientos en este periodo, de 358 a 221, un 38,2% menos; y en Teruel otros 55, de 236 a 181, un 23,3% menos.

La reestructuración no parece perder fuerza e, incluso, se ha acelerado en los últimos meses al calor de los expedientes de regulación de empleo (ERE) que han aplicado algunos grandes bancos a nivel nacional, que han tenido cierto impacto en la comunidad. De hecho, en el último trimestre contabilizado (de junio a septiembre) cerraron en Aragón 17 oficinas frente a las dos que se clausuraron en el mismo periodo del año anterior.

Aragón cuenta así con 1.043 sucursales bancarias de entidades de depósito, la cifra más baja en más de tres décadas. Habría que remontarse a marzo de 1977 para encontrar un número más bajo. En estos datos no se han computado los establecimientos financieros de crédito (EFC), especializados en crédito al consumo, que cuentan con otras seis oficinas en Aragón, las mismas que hace un año pero casi las mitad respecto a las que había en el 2009 (11).

418 municipios sin servicio

Un total de 418 municipios aragoneses carecen de una oficina bancaria, lo que supone que el 4,4% de la población de la comunidad (48.000 personas) no dispone de este servicio en su lugar de residencia, según recoge un informe de la federación sindical del sector financiero FINE. Hay 35 localidades más que en el 2008 con esta situación. Por provincias, en Teruel existen 147 pueblos sin ninguna sucursal en las que viven 13.680 personas; en Huesca, 118 (22.478 habitantes); y en Zaragoza, 155 (20.798). No obstante, el incremento de la exclusión financiera en el medio rural no ha sido muy notable en la comunidad, sobre todo en relación a lo ocurrido en otros territorios. A nivel nacional, el problema afecta al 2,8% de la población (1.326 millones de habitantes). Esta cifra se traduce en 4.194 municipios sin acceso presencial a la banca, 623 más de los que había en 2008.