Candy A. L. y Mohamed A. D., dos de los miembros de la peligrosa banda que asaltaba hombres a los que engañaba a través de la red de contactos Badoo y que llegó a matar a un vecino del municipio vasco de Getxo, han pasado su primera noche en el centro penitenciario de Zuera.

La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza, Natividad Rapún, que ayer estaba en funciones de guardia, así lo decretó, tras imputarles la comisión de 11 delitos entre los que destacan asesinato, robo con violencia, blanqueo de capitales, detención ilegal y extorsión. Lo hizo después de que ambos decidieran acogerse a su derecho a no declarar, tras así recomendárselo el abogado de la defensa, Alejandro Sarasa, por entender que el secreto de sumario les impide conocer qué hechos hay en su contra para poder responder de los mismos. No obstante, el fiscal presente incidió en las «contundentes» pruebas en contra de estas dos personas de origen venezolano y marroquí que hacen necesaria la privación de libertad.

Paralelamente, la Guardia Civil continúa tratando de localizar a un hombre que habría formado parte de esta organización extremadamente peligrosa. Los investigadores descubrieron que otro hombre lleva en la cárcel de Castellón desde el pasado mes de agosto, por lo que solo habría podido actuar en el robo violento y extorsión que sufrió un vecino de La Almunia de Doña Godina el 26 de julio. Este joven, tal y como publicó EL PERIÓDICO, dos hombres lo sacaron del coche, le tiraron al suelo y le ataron con unas bridas las muñecas y las piernas. Como él gritaba, le pusieron una cinta americana en la cara y el cuello y le amenazaron con un cuchillo. Le dieron varias descargas eléctricas, le metieron en el coche y lo dejaron a su suerte a las afueras de esta localidad. Candy A. L. fue con quien se citó a través de la red social Badoo, ella se hacía llamar Daniela Mendoza.

Junto al auto de prisión, comunicada y sin fianza, la jueza de guardia también acordó retirar la pulsera localizadora que Mohamed A. D. llevaba consigo puesto que ya no es necesario su control al ingresar en la cárcel. Un aparato que ha sido de gran ayuda a los investigadores de la Unidad de Policía Judicial de la Comandancia de Zaragoza y de la UCO de la Guardia Civil para localizarle.

Este brazalete fue la medida que empleó el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Zaragoza, después de decidir suspender de forma extraordinaria el ingreso en prisión de este hombre tras ser condenado por agredir a su expareja sentimental. No era la única condena por lesiones en su historial, puesto que pesaba sobre él otros tres meses de cárcel por una lesiones cometidas en Vinaroz. No llegó a cumplir dicha pena porque también se la suspendió un juzgado castellonense.

La Guardia Civil no solo busca al cuarto integrante de esta organización criminal, sino que los especialistas del laboratorio ahora tendrán que buscar huellas de los sospechosos en los objetos intervenidos en las tres propiedades registradas. Tanto los personales de las víctimas como las armas empleadas por los miembros de la organización.