Desde principios de este año, una bandera franquista ondea en el bloque de pisos de vía Hispanidad número 123, en Zaragoza. Una situación que sorprende a los viandantes que por allí pasean diariamente y que no terminan de ver bien. «Yo creo que esa bandera es denunciable porque me parece anticonstitucional. Un día íbamos andando con los perros y fue mi hijo quien se fijó en que la bandera llevaba el águila», comentó Cristina Segura, una vecina que camina por la zona habitualmente.

La bandera, colocada en el patio de un vecino pero que es perfectamente visible desde la calzada, no ha pasado desapercibida para los inquilinos del bloque. Estos ya mantuvieron una reunión con la administradora del edificio para tratar el tema y, consecuentemente, comunicarle al vecino su desagrado sobre la enseña y su exposición pública.

Además, aseguran que tuvieron algunos altercados con motivo de esta bandera y se muestran «preocupados» por lo que pueda suceder. «Un día aparecieron pintadas en la fachada del edificio diciendo «Fachas fuera» e incluso llegaron a tirar objetos. No queremos que esta situación se repita», confesó a este diario Luis Molina, vecino propietario de uno de los pisos del citado bloque.

Por otro lado, justo debajo del patio en el que está izado el símbolo franquista, hay una tienda de muebles cuyo dueño no apoya la iniciativa vecinal. «No es lo más agradable el hecho de tener eso encima del local, pero la libertad es para todos. Es su patio y es una zona privada y, según me he estado informando, no es ilegal tenerla porque no es un centro público», explicó Javier Cordero, gerente de dicho negocio situado en los bajos del edificio de Vía Hispanidad.

Aunque la mayoría de los inquilinos y viandantes muestran su desacuerdo, por ahora solo pueden resignarse. «No me parece bien que esté ahí puesta, pero en su casa cada uno puede hacer lo que quiera. Si fuera una bandera normal de España, que no generara este rechazo, no me importaría, pero la verdad es que esta preferiría que la tuviese dentro de su casa, para sí mismo», subrayó Fernando Artigas, residente del barrio.