La Caja Rural de Aragón, Bantierra, cerró el ejercicio 2018 con un beneficio neto de 7,7 millones de euros, un 15% menos que en el año anterior fruto de la venta en diciembre del 2017 de la unidad de negocio denominada Caja Abogados, pero un 29% más si no se tiene en cuenta este hecho relevante.

Bantierra publicó ayer sus resultados con motivo de la celebración a partir de hoy de las juntas preparatorias en distintas localidades previas a la Asamblea General de Socios que tendrá lugar el 31 de mayo en Zaragoza.

La primera entidad aragonesa de crédito gestionó el pasado año casi 7.800 millones de euros de negocio minorista, un 0,8% más que el año anterior, gracias al incremento en un 1,3% de la inversión rentable y en un 2,6% de los depósitos de los clientes, informó Bantierra en una nota de prensa.

En el 2018, Bantierra concedió más de 14.500 operaciones de préstamo y crédito por un volumen de 725 millones de euros, un 15% más que en el 2017. De estas, el 40% se destinaron al sector agroalimentario, el segmento tradicional de actuación de la entidad.

Esta caja también siguió líder en Aragón en la gestión de las ayudas PAC, ya que una de cada tres solicitudes de estas subvenciones se tramitó y domicilió en Bantierra.

Las políticas de gestión del riesgo y el crecimiento de los recursos propios situaron la solvencia de la entidad en el 14,34% frente al 13,69% del año anterior, lo que supone un superávit de recursos propios de 169 millones de euros sobre la decisión de capital del regulador.

REDUCCIÓN DE LA MOROSIDAD

La gestión de los activos improductivos le ha permitido además reducir la morosidad hasta el 6,1% frente al 7,2% del año anterior. También realizó un esfuerzo adicional en saneamientos en el ejercicio elevando la ratio de cobertura hasta niveles del 70%, casi diez puntos por encima de la media del sector.

La caja rural finalizó el año con una ratio LtD (préstamos sobre depósitos) del 85%, lo que la sitúa en una posición holgada de liquidez, según la entidad.

La reordenación geográfica y la focalización del negocio en su zona tradicional de actuación llevada a cabo en el 2017 tuvo como consecuencia el incremento de su cuota de mercado en todas las provincias con presencia: Zaragoza, Huesca, La Rioja y Lérida (31 puntos básicos en las provincias aragonesas y 7 puntos básicos en el resto).

Caja Rural de Aragón alcanzó los 115.000 socios, 6.000 nuevos en el 2018. Aunque siguió trabajando en su transformación digital, mantuvo sus valores básicos de cercanía y trato personal con 117 de sus 226 oficinas en poblaciones menores de 2.000 habitantes, 40 de ellas en localidades con menos de 500 habitantes.