Bantierra dejará de ser en los próximos días la marca comercial de la Caja Rural de Aragón. La mayor cooperativa de crédito de la comunidad ha dado un paso más hacia sus orígenes «sin perder la vista en el futuro» y a partir de ahora pasará a denominarse como su propio nombre indica: Caja Rural de Aragón. La entidad, surgida en el 2012 de la fusión de Multicaja y Cajalón, estrenará esta semana en su web su nueva marca comercial y entre este año y el próximo irá cambiando los rótulos de sus 231 oficinas y sus sedes corporativas.

«Queremos poner el acento en las tres palabras que forman nuestra marca comercial. Somos una caja, una cooperativa de crédito, somos rural, estamos en el territorio, cerca de nuestros clientes, comprometidos con la naturaleza, el medio ambiente, la sostenibilidad y la lucha contra la despoblación y somos Aragón, nuestra pasión», subraya el director general de la entidad, Luis Ignacio Lucas.

El nuevo logo ha renovado el símbolo característico de las cajas rurales. «Hemos querido simbolizar una espiga joven, más tecnológica e innovadora, porque no podemos olvidar que hoy en día es en la agricultura y en la ganadería donde más se avanza en innovación», destaca Lucas.

La cooperativa, que seguirá apostando aún con más fuerza por la cercanía, no ha dejado de apostar por el medio rural en los últimos años. Por poner solo un ejemplo, fue la primera entidad que decidió apoyar a los agricultores afectados por la última granizada en la zona de Calatayud. Pese al repliegue de la banca, la cooperativa está presente en 153 localidades de la comunidad y ha ayudado a paliar el problema de la exclusión financiera.