En la lista de establecimientos que permanecen con la persiana bajada se encuentra el quiosco del Tío Jorge, que pese a haberse construido hace dos años nunca ha llegado a sacarse a concurso. Fuentes municipales aseguraron que antes de enero podrá licitarse por primera vez y negaron que el retraso se haya debido a anomalías de las instalaciones.

Sobre el chiringuito de San Pablo, informaron que ha caducado la última concesión y que ha vuelto a pasar a disposición municipal para que se organice el próximo concurso a final de año. Unos particulares denunciaron a este diario que llevan casi cinco meses esperando la licitación por irregularidades en los pliegos de condiciones para la licitación.