La presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba, defendió ayer su legitimidad en el puesto después de que CHA rompiera el lunes los acuerdos que facilitaron su acceso al puesto.

La también diputada de Podemos alegó que son «los votos de la ciudadanía» los que han permitido la actual composición de la mesa de las Cortes y recordó que su formación llegó al parlamento autonómico con un número de votos muy similar al obtenido por el PSOE. «No me siento deslegitimada», indicó en respuesta a las declaraciones del presidente de CHA, José Luis Soro, que la acusó de «usurpar el cargo» después de que la formación morada se negara a negociar el presupuesto entre todos los partidos de la izquierda como figuraba en el pacto a cuatro firmado en septiembre.

La actual presidenta de las Cortes también puso de manifiesto la validez del documento firmado con los socialista en el que fijan la composición de la mesa rectora de la institución «única y exclusivamente en la representatividad de las formaciones que la componen».

NORMALIDAD

Por su parte, el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, aseguró que la decisión adoptada por el Consello Nazional de CHA de dar por rotos los acuerdos entre las cuatro fuerzas de izquierdas que facilitaron la investidura «no afecta para nada» al Gobierno de Aragón.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Guillén quiso restar trascendencia al anuncio de los nacionalistas y quiso mandar un mensaje de tranquilidad respecto a la gestión futura del Ejecutivo y al próximo periodo de enmiendas al presupuesto.

Guillén también explicó que fue el propio consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, como presidente de CHA, el que informó en el seno el Ejecutivo sobre la posición de su formación. Por este motivo concluyó en que el cambio «no afecta a la estabilidad que el se desea para el Gobierno para lo que queda de legislatura». Los miembros del Consello Nazional evitaron pedir la dimisión de Barba al considerar que no lograrían apoyos.