Últimamente, los bares municipales y centros sociales de pequeñas localidades aragonesas son utilizados por sus ayuntamientos como herramienta para atraer pobladores. Un instrumento más contra la despoblación que, por ejemplo, en la localidad zaragozana de Olvés ya ha tenido resultado después de meses y meses con el anuncio publicado en el Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza (BOPZ) y en las redes del municipio. Por otro lado, el de Arguis, en Huesca, y el de Samper de Salz, en la comarca del Campo de Belchite, buscan dueño.

En el caso de Olvés, la oferta que generó tanto interés daba la oportunidad a las personas que asumieran la gestión del bar y el centro social de disponer de una vivienda gratis. Además, no se les cobraría el alquiler por el local, los gastos de la luz corrían a partes iguales y de la calefacción se hacía cargo el consistorio. Se exige, eso sí, que los nuevos dueños se dieran de alta como autónomos para poder operar con legalidad. La alcaldesa del municipio, Iluminada Ustero, explicó que lo ideal era que los nuevos dueños llegaran al pueblo acompañados de sus seres queridos «para ayudarnos a que aumente la población».

El objetivo se ha cumplido, porque Olvés ya tiene nuevo dueño y la inauguración oficial del bar se llevará a cabo este próximo viernes, pero no todo ha sido fácil. En un primer momento se eligió a un nuevo propietario ante las dos candidaturas finalistas, pero pasado el plazo para formalizar todo el papeleo, este ni siquiera había respondido. «Llama la atención que de 500 o 600 solicitudes que recibiéramos en total solo se hayan interesado dos realmente, y una de ellas no diera señales después de que le mandáramos toda la documentación requerida», lamentaba Ustero.

En el caso de Arguis, un municipio oscense de la comarca de la Hoya de Huesca, el ayuntamiento sacó a licitación la gestión y el alquiler del bar municipal el pasado 17 de febrero para un periodo de cinco años. Al igual que sucedió en el caso de Olvés, los nuevos inquilinos que sean seleccionados para ostentar la propiedad de este servicio municipal contarán con vivienda sin coste de alquiler durante el tiempo que permanezcan con la gestión del mismo. Arguis está situado es una zona de actividad, principalmente deportiva, y estratégica, que lo convierte en lugar de paso para miles de personas que, de camino al Pirineo, paran en este municipio.

Oportunidad familiar

El alcalde de la localidad, Alfonso Gella, considera que la gestión del bar municipal, que se encuentra cerrado desde febrero del año pasado, puede ser una «oportunidad» para familias, parejas o personas que quieran iniciar una nueva vida en plena naturaleza. «En el medio rural, los locales sociales son el centro neurálgico del día a día», señala Gella. Aunque para ello, será necesario realizar un esfuerzo especial para que recobre su actividad en el municipio ya que «socialmente cumple un papel muy importante».

Es por ello, que el ayuntamiento ha complementado esta oferta con una vivienda sin coste de arrendamiento para los que gestionen el bar durante el tiempo que dure la explotación de este negocio, y ha eliminado el coste del alquiler del bar durante los tres primeros años de contrato. «A partir del cuarto año se pagarán 2.000 euros al año», informa Gella.

Además, el primer edil apostilla que «es importante dar apoyo a la actividad económica en el entorno rural, y más en este momento», por lo que se ha decidido dar esas facilidades los primeros años del contrato para que los emprendedores que lo gestionen «puedan asentar su proyecto profesional y personal en nuestro pueblo».

Malestar en Samper de Salz

La situación en Samper de Salz es algo diferente. El bar municipal lo regentaba una pareja de la localidad, pero el marido estaba mayor y en agosto se marchó dejando sola a su mujer. «De cara al verano llevó el bar de la piscina. Y ahora tenía un contrato con el ayuntamiento para que si no se decía nada en contra se prorrogara», relata Carmen Clavería, concejala por Cs en el consistorio. Pero esa prorroga no ha llegado, y se le ha notificado que el bar entrará en concurso el 1 de marzo. «El secretario le manda una nota y le dice que no se va a renovar más, y que si quiere concursar que lo haga», explica Clavería, señalando que ha supuesto un mazazo para la dueña que ya tuvo que invertir su capital en una tienda que regentaba.

«Ahora la gente se ha quedado muy escocida porque se le aprecia mucho a la mujer en el pueblo», lamenta Clavería. Ante la próxima notificación del concurso del bar, los vecinos han recogido firmas para evitar que suceda y que siga teniendo a su misma dueña. «Hemos recogido 182 firmas pidiendo al alcalde que reconsidere lo que ha pensado y que la gente está muy contenta, ha llevado todo normal. Hasta de los pueblos de alrededor han venido a comer a este bar, de lo bien que lo llevaban y cocinaban», apostilla Carmen.

Excepto este último caso, todas las oportunidades de negocio en estas localidades suponen también un soplo de aire fresco para los censos de los municipios. Unos municipios afectados por el riesgo de la despoblación, y que, a través de la publicación de los anuncios en los boletines oficiales de sus provincias, tratan de hacer llegar a nuevos pobladores, costeándoles el derecho a la vivienda.