Estamos en el inicio de un nuevo curso escolar. Nuevos libros, nuevas mochilas, nuevos equipos de deporte, nuevos uniformes, muchos gastos, nuevas ilusiones, nuevos decretos... Los padres se quedan, ¡por fin!, tranquilos... Sin embargo la escuela no es, ni debe convertirse, en un simple aparcamiento de niños, costeado por el estado, para que los padres puedan quedarse libres e ir a trabajar. Es mucho más.

Hoy, en la era del conocimiento, en el reino del ciberespacio, cuando los niños dedican más horas a la televisión, comecocos , videojuegos y móviles que al estudio, cuando algunos hablan y proponen el home study , cuando muchos docentes se sienten infravalorados, incluso censurados y perseguidos, ha surgido una excelente idea, promovida por la FAD, de dedicar un día al homenaje al maestro, idea que apoyamos y que impulsamos. Y es que sigue siendo fundamental la acción educadora en las aulas. Los maestros tienen un papel fundamental en la vida del niño y no sólo en el plano académico sino también en el plano afectivo y la sociedad lo debe reconocer explícitamente.

TERMINO la época en que el maestro simplemente "trasmitía la ciencia recibida". Hoy su función es mucho más amplia y más profunda, y, también, más difícil y compleja... Los datos están al alcance de todos los que sepan navegar por el mundo de la información. El maestro es el que enseña a navegar en ese nuevo mundo de las tecnologías de la información y la comunicación. Enseña a plantear problemas y a buscar los caminos para resolverlos, a buscar los datos para estructurarlos y así construir el conocimiento. Enseña a sus alumnos a ser "detectores del engaño", a saber captar lo que es manipulación, a analizar el mundo y tratar de mejorarlo con su esfuerzo.

Goleman ha popularizado el concepto de inteligencia emocional destacándolo como un aspecto básico en la vida humana que contribuye de una manera significativa al éxito o al fracaso de cada uno. Ha demostrado que es más importante en la vida tener una buena inteligencia emocional, un buen cociente emocional, que un elevado cociente intelectual. Todo maestro, lo quiera o no, ejerce una influencia en el desarrollo de la inteligencia emocional de su alumnado y puede jugar un papel importante en la construcción de los elementos emocionales que conforman la urdimbre personal de sus alumnos.

La inteligencia emocional destaca aspectos tan fundamentales como la conciencia de uno mismo, el autocontrol, la motivación, la empatía y las habilidades sociales, valores imprescindibles en la sociedad contemporánea.

Desde esta perspectiva el maestro se convierte en una figura educativa básica en el desarrollo afectivo del niño. Gran parte de los fracasos causados por la drogadicción se originan en fallos de aspectos clave de la inteligencia emocional.

Mediante el desarrollo de habilidades de inteligencia emocional, aprendidas en la escuela, el niño puede generar una mayor confianza en sí mismo. El maestro que observa y orienta la evolución emocional de su alumno y le ayuda a desarrollar la confianza en sus posibilidades consigue que el estudiante mejore su autoestima. No necesitará drogas que "completen" lo que "le falta"...

Un maestro que anima a su alumno a tener espíritu de superación ante las dificultades, que le ofrece apoyo y ánimo para seguir adelante sin desmayo, que ve la vida positivamente, está enseñándole estrategias básicas para desarrollar un mejor futuro personal, donde el autocontrol puede ser una buena barrera para decir no a la "tentadora oferta" del amigo o del grupo.

Motivación es una palabra casi mágica que consigue maravillas, como acabamos de ver en los resultados de los recientes Juegos Olímpicos de Atenas. Moviliza y da propulsión a la conducta. La droga, en cambio, hace incapaces de distinguir lo importante de lo irrelevante con el resultado de una apatía paralizadora y una entrega incondicional a cualquier oferta de "sustancias".

Aprender asertividad en el aula ayuda para mejorar la capacidad de decidir personalmente y mantener sus propias ideas sin molestar a los demás y sin dejarse "avasallar" por lo que "todos hacen" y "si no lo hago me voy a quedar solo"... Un adolescente asertivo sabrá negarse a los ofrecimientos de amigos, conocidos o extraños para adentrarse en el oscuro mundo de los consumos.

EL MAESTRO informa a los alumnos de las consecuencias de las distintas sustancias tóxicas, pero esta información no debe ser aséptica desde el punto de vista emocional sino que debe crear una sensación afectiva hacia los consumos de drogas por las terribles repercusiones que tienen sobre la salud de los individuos. Y esto debe intentarse no sólo con aquellas sustancias peor vistas por la sociedad sino también con las mejor aceptadas socialmente como pueden ser el alcohol y el tabaco.

Son muchos los maestros que abordan la educación integral de cada uno de los alumnos de su clase, las nuevas generaciones del futuro, orientando en los conocimientos y educando la inteligencia emocional. Por eso merece la pena celebrar un homenaje a los maestros, felicitarles y apoyarles, ayudarles en su tarea más que controlar su acción, porque educando la inteligencia emocional de los estudiantes están haciendo una labor social preventiva de grandísima importancia de cara al consumo de drogas.