Los vecinos del Lugarico de Cerdán mostraron su indignación por el desinterés mostrado por Patrimonio a la hora de valorar las alegaciones en contra del proceso de inclusión del barrio en el catálogo municipal de Edificios y Conjuntos de Interés Histórico Artístico.

Así lo manifestó José Marqués, presidente de la Asociación de Vecinos Lugarico de Cerdán, que denunció que ni Patrimonio ni el Ayuntamiento de Zaragoza les han notificado nada sobre el proceso que se está llevando a cabo y se han tenido que enterar del estado del proyecto "porque les ha llegado el orden del día del consejo de gerencia de urbanismo a la junta vecinal" que se celebra hoy, donde se prevé aprobar de manera definitiva la inclusión del barrio en el catálogo.

Cuando el Gobierno de la ciudad aprobó a finales del pasado año esta inclusión para garantizar la pervivencia y mantenimiento de la singularidad del conjunto y sus edificios, la totalidad de los vecinos presentó alegaciones en contra que, según Marqués, "tal cual les llegaron las debieron tirar a la basura".

Por su parte, fuentes del ayuntamiento aseguraron que las alegaciones "se han recibido y valorado" y se han cambiado algunas disposiciones de las fichas catalográficas . Además, desde el consistorio recordaron que "no se les está obligando a rehabilitar su casa ni a que se les haga invivible estar ahí", solamente deberán "proteger elementos" que supongan "un ejemplo singular de lo que fue un señoría jurisdiccional en el entorno periurbano de Zaragoza".

Marqués puso bajo sospecha la intención del consistorio por promover esta acción. "¿Qué interés oculto hay detrás?", subrayó. Y es que a al presidente de la asociación le parece "muy sospechoso" que sin mediar ninguna solicitud de un particular se quiera llevar adelante la inclusión.

Desde el consistorio zaragozano afirman que la decisión es tomada al darse cuenta que una serie de edificios --las casas de los colonos, la antigua iglesia y la casa palacio-- tenían interés histórico y artístico.

Los vecinos, aun con todo, insisten en que se paralice el proceso porque, como aseguran, son ellos los que conocen el estado de las viviendas y "están padeciendo los agravios de tipo urbanístico que se van a ocasionar con las rehabilitaciones. "No entienden que son edificios que por fuera pueden interesar, pero que sería muy costoso de mantener, sobre todo para nosotros", explicó Marqués.