El barrio de La Paz rindió ayer homenaje a la figura de Ramón J. Sender con la inauguración de un monolito con el nombre de una de sus obras más conocidas, Crónica del alba, que desde ahora presta su nombre al antiguo parque de Cala Verde. El monumento ha sido realizado por el escultor Florencio de Pedro.

"El acto está concebido para recuperar la memoria de Sender, que como él mismo cuenta en Crónica del alba estuvo en el barrio durante su niñez", señaló ayer Charo Giménez, secretaria de la asociación de vecinos de La Paz, que recordó que este homenaje se inscribe en la Semana de las Letras de Torrero.

Además, uno de los nueve libros de la obra lleva por título Quinta Julieta, un paraje del barrio que en tiempos estuvo ocupado por un poblado gitano.

El acto contó con representantes de todos los partidos políticos, salvo el PP, que hace unos días se desmarcó del evento al no acudir a una lectura de Réquiem por un campesino español, dentro de la misma semana cultural, que se extiende hasta el día 7 de mayo.

El parque Crónica del Alba es fruto de la lucha vecinal. "Hasta el 2007 era un solar abandonado", recordó Giménez. Ahora los residentes se han propuesto que constituya un punto de encuentro para el barrio, pero presenta todavía algún problema.

"Le dijimos al concejal presidente del distrito, Roberto Fernández, que hay partes del parque que se hunden porque se hicieron con materiales procedentes de derribos y el suelo no está totalmente asentado", indicó la secretaria de la entidad vecinal.

Durante la celebración, a la que acudieron 200 personas, los vecinos de La Paz reclamaron a Roberto Fernández que no aplace ya más la mejora de la calle de Oviedo y que se invierta más dinero en el transporte colectivo del distrito.