Vaya guirigay que se traen entre manos las administraciones concurrentes !. Por un lado el optimismo del Ayuntamiento de Zaragoza respecto al compromiso del Gobierno central con la Expo no se corresponde gran cosa con las reticencias de Solbes a la hora de definir hasta cuánto están comprometidos (no sueltan prenda, los muy jodidos). Por otro tenemos ese desencuentro larvado pero sistemático entre el ministerio de Medio Ambiente y el Gobierno de Aragón referente al agua y otras materias. Y qué decir de la tángana constante entre los gestores autonómicos y los cesaraugustanos a propósito de su sociedad conjunta Zaragoza Alta Velocidad , destinada en teoría a urbanizar el entorno de la inconclusa Intermodal. Cómo estará el patio, que hasta el futuro metro se han empeñado los unos en dibujarlo de norte a sur y los otros de este a oeste. ¡Pues menos mal que esta gente pertenece casi toda al mismo partido (con la ocasional incrustación de algún coaligado de CHA o del PAR), que si llegan a ser de tribus políticas diferentes...!

El Partido Socialista Obrero Español y Aragonés habrá de ponerse las pilas e introducir alguna coherencia en sus actividades interinstitucionales. Una cosa es que el Estado se subdivida en distintos niveles de responsabilidad y gobierno y otra que cada cual tire por su lado arreando p´alante con sus particulares ocurrencias. Digo yo que, por ejemplo, el Ayuntamiento de Zaragoza tendría que negociar desde posiciones flexibles el desarrollo de operaciones urbanísticas a la medida (resulta un poco raro andar con tiquismiquis a estas alturas del pelotazo general) y la DGA debería reconocer las competencias locales y no ponerse tan metomentodo con las cosas de la capital (que ésta parece la ciudad del tócame Roque ). Ya sé que los sociatas del Pignatelli y los de la plaza del Pilar pertenecen a familias diferentes dentro del partido; pero eso a la ciudadanía, la verdad, le importa un pimiento. Tengan pues un poco de formalidad.