"Al final acabará pasando como en Sevilla, que se nos comerá la basura en los parques", decía Cristina Jiménez mientras paseaba con su hijo pequeño y su perro por el parque Bruil. Las zonas verdes de la ciudad comienzan a reflejar lo que está ocurriendo en los despachos: que los trabajadores están en huelga porque se niegan a aceptar que les bajen un 21% el sueldo y que el Ayuntamiento de Zaragoza haya optado por no mediar en el segundo conflicto con una contrata municipal. O sí.

Según el presidente del comité de FCC Parques y Jardines, José Luis Muro, "el consistorio y la empresa están negociando entre ellos dos sin contar con el resto". Y lo dice a sabiendas de que en el último pleno el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, aseguró que el consistorio no se entrometería en este rifirrafe entre empresa y trabajadores. "Que a nadie le quede ninguna duda", recalcó el regidor.

De lo que no cabe duda es de que en los parques de Zaragoza se están produciendo dos fenómenos diferentes: el colapso de las papeleras, cuya función la ha asumido el propio suelo, y la falta de mantenimiento del césped, que de verde, pasará a amarillo (seco). Desde el comité alertaron de que empieza a notarse la falta de mantenimiento en el parque de Torre Ramona, el de Bruil o el de Macanaz.

El problema ya no es solo la suciedad, sino la falta de riego y la ausencia de máquinas cortacésped. "En esta época del año es muy importante que se controlen los riegos porque ya hace mucho calor", explicó Muro.

La gente lo tiene claro. "El ayuntamiento tiene que poner una solución y evitar que la huelga se prolongue", decía Juan Bartolomé, un vecino de la margen izquierda que ayer observaba cómo cuatro empleados de Parques y Jardines intentaban poner a punto el parque del Macanaz tras tres intensos días de ajetreo en la zona. "Llevamos dos días trabajando a contrarreloj", aseguró uno los trabajadores de servicios mínimos. En total son 67 "y hacemos lo que podemos", aseguró. "Además estamos trabajando gratis porque todo lo que cobremos se va a dividir entre todos los compañeros".

ZONAS INFANTILES En el parque Bruil ayer no se divisó ninguna persona vestido de verde y amarillo. Las papeleras están vacías, pero porque alguien ha decidido tirar toda la basura al suelo. "Así no puedes bajar con los niños porque está todo muy sucio y pueden coger cualquier cosa", lamentaba Juan José Jiménez cuando se dirigía hacía la zona infantil con su hijo. Un espacio que tampoco podía presumir de estar muy limpio.

Concha Biescas, vecina de la zona, aseguró que nunca había visto así esta zona. "Paseo todos los días por aquí y nunca me lo había encontrado de esta manera". "Una pena", decía, pero "habrá que aguantar, si están en huelga, será porque luchan por sus derechos".