Las asociaciones de militares ATME y AUME celebraron ayer en el Centro Cívico Río Ebro una reunión preparatoria para el congreso en Madrid que, dentro de un mes, decidirá las líneas de actuación y medidas concretas que adoptarán en defensa de sus derechos.

Según explicaban ayer los dirigentes nacionales de ATME y AUME, Juan Carlos Tamame e Iñaki Unibaso, respectivamente, las asociaciones han abierto a la participación las propuestas, estructuradas en sus cinco bloques principales de reclamación: retribuciones, derechos y condiciones de trabajo, la Ley de la Carrera Militar, la Justicia militar y la retirada obligatoria de la tropa a los 45 años.

Este último, coinciden, es el punto que más les preocupa, y que afectará a unos 2.000 efectivos en los próximos cinco años solo en Aragón. A nivel nacional le calculan un coste de 10.000 millones de euros entre las licenciaturas y las nuevas plazas creadas. A juicio de las asociaciones, los militares están perfectamente capacitados para seguir trabajando tras los 45 años, como sucede en muchas profesiones. Pero «se van a la calle», sin titulación y con unas habilidades muy concretas. «Lo dan todo para proteger a su país pero su país no les protege», lamentan.

Entre sus reivindicaciones está un mejor funcionamiento del órgano para trasladar sus propuestas, el Coperfas, poco efectivo a su juicio. Y el aumento de la visibilización de las asociaciones, a las que tras siete años de ley solo pertenece el 10% de soldados.