Pues sí, lo baturro sigue de moda. Se visten muchos el Baturro Bizarro (el último, el cantante Daniel Diges); otros tantos han cambiado el Cola-Cao de toda la vida por el Mañocao que Christian, un emprendedor de la tierra, lanzó al mercado (y ojo que después sumó leche, cacao, avellanas y azúcar en su Pilarcilla). Esta semana, lo baturro volvía a dar la campanada en una curiosa fiesta que se celebró en Mú Restauración, en los pintureros locales de Las Armas (que siempre abren la puerta a presentaciones de lo más variopinto). Allí, la compañía Chichinabo Inc. --que así se llama, sí, y está formada por Miguel Sánchez Lindo y Patricia Lázaro-- presentaba su nueva creación, la más genuinamente maña: su colección Mundo Baturro.

Un homenaje a Zaragoza y al espíritu de la tierra en seis ilustraciones aplicadas sobre cerámica y papel. La esencia popular de Zaragoza retratada a medio camino entre la ironía y el respeto. El folclore y los iconos populares de Zaragoza (El Plata, el Calamar Bravo o la Romareda) se lucían en estas ilustraciones que evocan a los envoltorios de los míticos adoquines. Todo se sirvió entre sangrías Loleas (que también son buen invento lanzando en la tierra) y con buen sentido del humor. Lo baturro triunfa. Pues allá que voy.