El debate sobre la financiación autonómica está lejos de resolverse. La reunión del lunes entre los barones del PP evidenció que ni siquiera comunidades autónomas gobernadas por el mismo partido comparten intereses. El presidente de la formación en Aragón, Luis María Beamonte, se sumó ayer a la opción de una «reestructuración» de la deuda avanzada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y pidió la colaboración del PSOE para lograr consensos.

En un encuentro con los diputados autonómicos, Beamonte recordó que la propuesta de una quita a la deuda que proponen comunidades como Murcia está descartada al considerar que algunas autonomías «han hecho un gran esfuerzo» y que eso supondría un agravio comparativo.

En el marco del debate abierto anunció que su partido presentará un documento en esta materia «para que los socialistas, si quieren, se sienten a negociar» y reclamó «un esfuerzo» de todos los partidos políticos. «No es posible pactar la financiación autonómica sin la aportación y sin el consenso del PSOE», dijo.

Como condición aragonesa recordó que en el año 2007 se firmó un marco en el que el criterio poblacional «salía fortalecido» en detrimento a criterios como el coste de los servicios, algo a lo que considera no se puede renunciar. «El 70% de la población se aglutina en la costa y el interior tiene que tener fortaleza», indicó.

Beamonte matizó las interpretaciones que se hacen de las encuestas que favorecen a Ciudadanos de cara a las próximas elecciones. «Gobernar implica tomar decisiones y eso a veces desgasta», expresó. Y también reconoció que el conflicto institucional abierto en Cataluña puede haberles perjudicado. «Confío en que los ciudadanos sepan valoran dónde hay coherencia, estabilidad, seguridad y dónde hay puro oportunismo», dijo.