El congreso extraordinario que colocó en la Presidencia del PP a Pablo Casado ha marcado un antes y un después para los populares aragoneses. Su líder, Luis María Beamonte, tiene claro que tras una etapa en la que "los vientos nacionales no acompañaban", se avecina ahora otra totalmente distinta que llevará al partido a gobernar Aragón.

"Las cosas no nos iban bien por muchas circunstancias. Los vientos nacionales no nos acompañaban y eso se notaba; pero tras el congreso los vientos han cambiado, el partido es otro, tenemos más fortaleza y hemos recuperado el temple que se estaba perdiendo y el grado de simpatía de los ciudadanos", explica Luis María Beamonte en una entrevista con Efe.

El que consagró a Casado como presidente nacional del PP fue un congreso con tensiones por el encaje que en la nueva dirección y en la nueva etapa tendrían su adversaria en las primarias, Soraya Sáenz de Santamaría, y los dirigentes que la secundaron y apoyaron. El líder de los populares, unos días después del cónclave, configuró un organigrama de cargos afines en la mayoría de los casos.

El PP de Aragón ha conseguido aumentar su presencia gracias a las irrupciones de Javier Campoy, Emma Buj, José Ignacio Lagüens, Pedro Navarro, Fernando Ledesma y Mario Garcés.

Los seis, más el propio Beamonte, formarán parte del día a día del partido a escala nacional con mayor o menor intensidad (en función del puesto de cada cual) y, por esta razón, el líder de los populares aragoneses cree que la formación en Aragón "ha ganado fortaleza" y ha restablecido la unidad y la cohesión en unos grados "importantísimos".

El presidente autonómico del PP se enorgullece de la "relación fluida" que tiene con Casado, con el que ya ha hablado, dice, "de los pasos a dar de ahora en adelante". "Una buena relación personal facilita mucho las cosas", puntualiza.

En la entrevista refuerza la sensación de que el congreso extraordinario de hace unas semanas ha propiciado un viraje fundamental para el Partido Popular, hasta el punto de mostrarse convencido de que en las próximas convocatorias electorales (autonómicas y municipales de 2019 y las generales), su formación se convertirá en "la referencia del centro-derecha" en la comunidad y en el país.

"Nuestro objetivo -insiste- es decir que somos el centro-derecha, hacer las cosas con moderación, trabajar para los que más lo necesitan, favorecer el crecimiento, buscar que los ciudadanos estén a gusto y conseguir que Aragón sea potencia en España".

Y como está seguro de que el PP será el partido predilecto de los votantes de centro-derecha, está también seguro de que gobernará en la comunidad aragonesa.

Beamonte subraya que, llegado ese momento, analizará con qué otros partidos suma. "Dialogaremos para ver qué pactamos y hasta dónde pactamos", remata en alusión velada a Ciudadanos y a PAR.

En la batalla electoral que se avecina, el líder de los populares aragoneses sabe que Zaragoza será el trozo principal del pastel, lo que le lleva a vaticinar que no habrá más en la ciudad un gobierno de la naturaleza del actual, "de Podemos y de un PSOE entregado". "Los espectáculos han sido lamentables y es impropio de Zaragoza tener unos gobernantes así", afirma.

A la alcaldía es probable que aspire el actual portavoz del grupo municipal, Jorge Azcón. "Es el candidato lógico", apunta Beamonte, para quien no obstante hay que esperar a septiembre para que el Comité Electoral Nacional, a instancias de la dirección aragonesa, tome la decisión que considere.

Las encuestas sobre estimación de voto e incluso los análisis internos de los partidos coinciden, con matices, en que el PSOE aragonés está experimentando un repunte, lo que, si se cumplen estos cálculos, podría situar al actual presidente autonómico, Javier Lambán, como ganador de las elecciones (en las de 2015 quedó segundo tras el PP).

Beamonte se muestra muy crítico con la gestión del socialista, cuyo Gobierno tilda de "Gobierno-anuncio".

"No hace más que anunciar cosas, ¿pero cuáles han fructificado? Los fracasos han sido constantes porque esos anuncios no tienen estampa que los justifique", enfatiza antes de señalar que "la política económica de Lambán es de las más escasas que se han puesto en marcha en la historia de Aragón a pesar del buen momento".

De hecho, continúa, si Aragón lidera las previsiones de crecimiento y está entre las comunidades al frente de la caída del paro es "porque España va bien".

El líder del PP pronostica un curso político en el que hará una oposición tenaz en materias como la fiscalidad a pesar del acuerdo alcanzado con el PSOE y con Ciudadanos para la reforma del Impuesto de Sucesiones, que enmarca en la intención de Lambán de "no llegar a las elecciones -de 2019- como el mayor confiscador de los ahorros de los aragoneses".

Fiscalidad, empleo y consolidación del Estado de Bienestar serán, por tanto, los ejes de la estrategia de oposición del PP.

El suyo es un partido que será claro en la defensa de sus principios frente a un Lambán que busca "pescar en un lado y en otro" del tablero político porque "sólo quiere estar en el sillón".

Pero Beamonte, según dice, no es víctima de esa estrategia porque el presidente aragonés "sabe que con el PP no puede jugar" y porque, en el fondo, "es en la radicalidad donde más cómodo se siente".