El portavoz del PP en las Cortes de Aragón, Luis María Beamonte, ha censurado la alianza "del sillón" que garantiza la presidencia de la Comunidad al socialista Javier Lambán entre los partidos de izquierda y el PAR, la "más oscura y turbia" que ha tenido la Comunidad jamás, para "colocarse y repartirse el botín".

Así ha calificado Beamonte el acuerdo "contranatura", en su opinión, alcanzado entre el PSOE, Podemos, CHA y PAR en la sesión plenaria para la investidura de Lambán, en la que ha sido especialmente crítico con el líder de los aragonesistas, Arturo Aliaga, quien "sin ponerse colorado -ha dicho- se vuelve rojo y se come la línea roja", al admitir que la formación morada comparta responsabilidades en el nuevo ejecutivo.

Tras calificar de "mero trámite" el discurso que ayer pronunció Lambán, con un proyecto "vacío" de medidas para esta décima legislatura, el líder del PP ha cuestionado el escenario de "moderación" en el que intentó instalarse, sin autocrítica alguna, cuando la "amalgama" de socios que sustentarán el ejecutivo no tienen elementos en común y su único objetivo es "la ocupación del poder" por "mera supervivencia".

Unos pactos, ha agregado, hechos con "tiralíneas" que le garantizan "el sillón del Pignatelli", que se justifican en la centralidad y la "memez" de la transversalidad para "blanquear todo", para sobrevivir "al precio que sea", pero que no garantizan ni estabilidad ni soluciones a los problemas de Aragón.

Beamonte ha lamentado además la "fontanería política" y la falta de transparencia detrás de estos pactos y ha insistido en sus alusiones a Aliaga y a su falta de "credibilidad" al admitir por una vicepresidencia del Gobierno, por una consejería o por puestos intermedios que Podemos esté en el Gobierno a pesar de que la formación morada ha llevado a la fiscalía el plan de depuración de aguas del PAR.

"Para no gustarle los extremos se ha lucido", le ha espetado en referencia a sus reticencias a Vox cuando se ha abrazado a Podemos "sin vergüenza alguna".

Y sin quitar mérito a Lambán, ha asegurado que la alternativa de Gobierno que podían haber formado PP, Cs y PAR, con apoyo de Vox, no cuajó porque era por "Aragón" y no por "sillones".

Beamonte ha hecho hincapié en que el PP no sella alianzas "con cualquiera, a cualquier precio" con tal de estar en una institución pero Lambán lo hace "in extremis", un pacto "de la vergüenza" y un tanto "esquizofrénico" con partidos antagónicos que representan una "hipoteca" para Aragón de cuatro años.

Y que genera incertidumbre, ha incidido, en política fiscal y económica, en educación y sanidad, en relación con el Pacto del Agua e incluso sobre la presupuestaria y el respeto a la ley de estabilidad, el déficit o la deuda.

En todo caso, ha advertido a Lambán de que su partido no admitirá acuerdos a "conveniencia" y que el PP va a ejercer una oposición solvente, seria y constructiva al gobierno "imposible" que pretende liderar. "Que le sea leve", ha concluido.

En su respuesta, Lambán ha asegurado que Beamonte es "una bendición de los dioses" para el PSOE, porque con su discurso catastrofista el PP perdió en las elecciones 65.000 votos, los que ganó el PSOE. Pero no es una bendición para Aragón, que necesita un Partido Popular que sea alternativa de gobierno "seria, fiable, propositiva y positiva", que piense en Aragón y no en intereses "espurios, solo obsesionados con el poder" y con ser "una franquicia de Madrid".

Porque el pacto de "tiralíneas" entre el PSOE, Podemos, CHA y PAR ha sido posible, según Lambán, porque se ha buscado de manera autónoma, prescindiendo de lo que significan los límites ideológicos por el interés de Aragón, mientras que el que querían "a martillazos" PP y Cs pretendía hacer de la DGA "un ariete contra el Gobierno de España", sin visión propia para la Comunidad.

Ese Gobierno no habría sido estable cuando el PP y Cs compiten "encarnizadamente entre sí" por liderar la derecha de España y además habría dependido de Vox, del que la formación naranja "abomina", y del PAR, al que llevan años "intentado aniquilar del mapa" político aragonés.

Y en materia de "sillones", Lambán ha aseverado que es "público y notorio" que para atraer al PAR a su "redil" le ofrecieron "medio gobierno y lo que no está escrito", y si Aliaga hubiera pedido la presidencia, se la habrían dado.

Además, ha dicho Lambán, a su juicio Beamonte "dimitió" el primer día tras las elecciones de su responsabilidad de liderar el segundo partido de Aragón y dejó en manos del líder de Cs, Daniel Pérez, la posibilidad de armar un gobierno.

Seguramente, ha zanjado Lambán, Beamonte será la persona más beneficiada de Aragón de que él sea elegido presidente, porque en una coalición con Cs pasaba a ser "irrelevante".

Ahora, ha concluido, tiene la oportunidad de recuperar el liderazgo de la oposición, y aunque le ha instado a ser propositivo, asume que intentará sacar a la luz contracciones internas y fracturar su ejecutivo con acciones de "sabotaje", pero "pueden esperar sentados" si esperan que tengan falta de cohesión y de coherencia.