Las becas de comedor han logrado dos efectos: que niños en riesgos de exclusión social tengan al menos una comida nutritiva al día y que descienda, ligeramente, el absentismo escolar. Miembros de la comisión mixta de absentismo escolar de Zaragoza, a los que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, explicaron que la condición de asistir a clase por recibir esta subvención obliga a los padres a comprometerse a llevar a sus hijos al colegio. "Había casos en los que los niños, cuando se iban a casa a comer, ya no volvían y así se quedan".

En el 2012/2013 la DGA otorgó 4.860 becas de comedor que cubrían solo el 90% de la cuota mensual. Un hecho que obligó a muchas familias a renunciar a la ayuda por no poder costear el 10% restante y que empujó al consistorio a actuar. Concedió 1.333 subvenciones que cubrían el precio completo y asumió el 10% de 1.536 becas. En el curso 2013/2014 la DGA ha concedido 4.324 becas.

Según la memoria de Acción Social del consistorio, el número de casos de absentismo que se han tratado en las comisiones de zona --segundo nivel de actuación-- se ha reducido ligeramente de 425 detectados en el 2012 a 386 en el 2013 (no hay datos del 2014). Todos los distritos han descendido el número de casos menos Universidad (+2) y San Pablo / La Magdalena (+9). No ha ocurrido lo mismo con los expedientes tramitados en el tercer nivel. De 130 casos, correspondientes a 108 familias, han ascendido a 137 menores de 113 familias, según los datos de las memorias de Acción Social. De estos, llegaron a fiscalía de menos 60 expedientes, frente a los 91 del 2012.