El sonido de las campanas de la torre del reloj de Beceite ha generado un conflicto vecinal que ha llegado hasta el Consejo de Ministros. Este órgano aprobó ayer que la localidad turolense celebre una consulta popular para decidir si el toque para marcar las horas y los cuartos ha de cesar en horario nocturno -de 23.00 a 8.00 horas- o si, por el contrario, continúa sonando como lo ha hecho siempre, a lo largo de todo el día.

La raíz del problema se encuentra, sobre todo, en las viviendas colindantes a la iglesia, en la plaza de la Constitución, donde también se ubica el ayuntamiento y hay algunas casas rurales que acogen el creciente número de turistas que acuden al municipio. Allí, algunos vecinos y visitantes han mostrado su descontento por el sonido y el volumen de las campanas, que se tocan cada quince minutos para marcar los cuartos y las horas. Precisamente, el alcalde de Beceite, el popular Juan Enrique Celma, relató que el consistorio fue denunciado por este sonido y que, entonces, decidieron llevar el tema al pleno municipal.

En el mismo se aprobó por unanimidad solicitar al Gobierno de España la convocatoria de una consulta popular para que, de esta manera, los vecinos puedan pronunciarse.

La posición del primer edil es clara en este conflicto: «Entendemos que primero son las tradiciones», señaló Celma. «No vamos a dejar que nos las cambien y, si a un turista le molesta, que no venga», añade sobre un doblar de campanas que ha acompañado «toda la vida» al vecindario. «En el pueblo están molestos con la denuncia», recalcó Celma, a la vez que señaló que «los propietarios han vivido toda su vida ahí y nunca se han quejado».

Una vecina de la localidad mantiene una postura parecida, aunque comprende que haya personas a las que puede resultar molesto el sonido. «Me hace compañía, no me molesta nada, y me gustaría que continuara sonando», consideró, aunque matizó: «Hay gente que viene aquí a descansar y esas casas están muy cerca de la torre del reloj. El resto del pueblo las oímos y nos hacen compañía».

El punto de vista es distinto si se le pregunta a otro beceitino que habita en la plaza, muy próximo a la iglesia. «Las campanadas están a un alto nivel y a veces son molestas», afirmó. Sobre este volumen, relató que incluso dejan de hablar cuando suenan, puesto que no les permite escucharse entre ellos. Además, detalló que algún turista ha ido a quejarse al ayuntamiento por este asunto. «Lo razonable es dejar de tocar en la hora de descanso, ya hay jurisprudencia», apostilla.

En cualquier caso, el problema tendrá pronto respuesta, ya que desde el consistorio piensan organizar la consulta «inmediatamente, en los próximos días», explicó el alcalde, una vez hable con el resto de ediles, y tras tener constancia ayer del consentimiento del Gobierno. La autorización del Consejo de Ministros llegó tras varios meses de espera, después de que solicitaran desde Beceite esta medida que pondrá fin a la disputa.