Una de las principales empresas proveedoras de material sanitario a nivel internacional, con sede en Fraga, Becton Dickinson, también está notando el impacto de la crisis sanitaria internacional del coronavirus. Si bien, en su caso, el impacto no supone una merma en la producción sino todo lo contrario, pues aunque no producen ni distribuyen materiales específicos para tratar esta enfermedad, el incremento de pacientes en los centros hospitalarios supone que también incrementa la demanda de sus servicios.

«Hay muchos más enfermos en los hospitales, por lo que nosotros tenemos que producir más», señaló Javier Pardiño, director general de la planta en Fraga. Una planta que recibe pedidos de distintas partes del mundo, como «China o la India», también de manera creciente por la pandemia global del covid-19, lo que supone que están «consolidando la producción» de acuerdo con este nuevo reto, aunque todavía no cuentan con cifras cerradas de cuánto supondrá este incremento de la demanda.

Por otro lado, la segunda mayor empresa aragonesa de distribución de productos de higiene y limpieza, sita en Zaragoza, lleva «varias semanas» acusando la escasez de los productos clave en esta crisis, como las mascarillas, hidrogeles y batas y equipos de protección de usar y tirar. Lo primero en agotarse fueron las mascarillas, el segundo producto más demandado, los hidrogeles, y ahora, en esta tercera semana de confinamiento, «empiezan a escasear guantes de vinilo, nitrilo, gorros y calzas desechables», señalaron los responsables de la empresa. Además, han duplicado la venta de lejía, uno de los productos más demandados en esta alerta sanitaria.

Desde esta compañía expresaron que «es lógico» que se produzca un cierto desabastecimiento, cuando en el plazo de un mes se consume la cantidad de mascarillas que en condiciones normales se habría utilizado «en dos años». «Ni productores ni distribuidores damos a basto», lamentaron.