Juan Alberto Belloch parece haber colgado el cartel de Se busca consejero de Hacienda. La posibilidad de que IU y CHA acaben por no entrar en el Gobierno le obliga a sondear el mercado de fichajes en busca de Messis que, como ocurriera en su día con Jerónimo Blasco, aterricen en el organigrama para reforzar una estructura que difícilmente podrá mantener con nueve concejales. Dos meses es tiempo suficiente para su plan B, pero sus tentativas no están teniendo demasiado éxito por ahora.

Uno de los primeros nombres fue el de Mercedes Gallizo, exdirectora de Instituciones Penitenciarias que quedaba libre al darle el relevo a Ángel Yuste. Pero no regresará a la que fue su casa porque se prevé que se le asigne algún puesto en el exterior, como ella misma hizo con su antecesor, el propio Yuste.

Otro de los fichajes más ansiados ha sido Alain Cuenca. Este doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Zaragoza, cumplía con todos los requisitos para ocuparse de Hacienda. Por su pasado en el Gobierno de Aragón y con Zapatero en Madrid, sobre todo en la Dirección General de Coordinación Financiera con las Entidades Locales. Un perfecto Messi que ya ha rehusado la oferta porque sus planes son otros, incluso recuperar su plaza de profesor de la Universidad de Zaragoza.

Antes, el alcalde ya barajó la posibilidad de incorporar a otro viejo conocido: Eduardo Bandrés. Pero su pasado con las finanzas del Gobierno de Aragón no es suficiente para paliar el desgaste sufrido con la presidencia del Real Zaragoza e ir de la mano de Agapito Iglesias en un proyecto que está en sus horas más bajas de popularidad. Él ya no está en el club pero su imagen acabó castigada. Pero cobra más por su trabajo para la universidad y las fundaciones con las que colabora.

¿Y a quién poner en Hacienda? Belloch sabe que urge liberar de trabajo a Fernando Gimeno, excesivamente ocupado con los múltiples frentes a los que acude, de apagafuegos ante sus ausencias --que para CHA e IU son excesivas--, en primera línea de fuego frente a los ataques de otras instituciones y haciendo malabares con unas cuentas por las que le llegan constantes ataques. De la oposición, de los sindicatos, de quienes no cobran o no pagan...

Hacienda es una pieza clave y ya se ha planteado incluso la posibilidad de mover a Jerónimo Blasco. El actual teniente de alcalde de Cultura, Medio Ambiente y Participación Ciudadana (y ya sin grandes proyectos que imaginar) se ha barajado aún sabiendo que para sus socios sería como poner al lobo a cuidar de las ovejas.

Incluso suena para Urbanismo, si su actual responsable, Carlos Pérez Anadón, asumiera una responsabilidad mayor en la nueva dirección del partido. ¿Qué pasaría con él en el organigrama municipal? En este caso, se da la circunstancia de que todos los cambios se producirían al tiempo que CHA e IU decidirían si entran o no, a finales de marzo.

La única novedad que parece segura es la de un exconcejal que ya tiene trabajando como persona de confianza: Ricardo Berdié. Este será nombrado en breve como director de la nueva oficina que gestionará la venta de patrimonio municipal.

Otra de las incorporaciones más factibles es la de Estrella Pardo. Esta economista ya fue funcionaria municipal pero se marchó con Mercedes Gallizo a Instituciones Penitenciarias sin garantizarse la plaza para cuando finalizara su periplo en Madrid. Ahora no puede recuperarla pero ya está con cierta frecuencia por el consistorio. Y su futuro podría pasar por ocupar desde un cargo de responsabilidad en Acción Social a integrarse como coordinadora en el organigrama de la oficina del Plan Integral del Casco Histórico (PICH). El presidente del distrito y portavoz de IU, José Manuel Alonso la pretende y su paso como coordinadora general de Ebrópolis le avala.

Mientras, el portavoz del Partido Popular, Eloy Suárez, ya avisó ayer de que no está dispuesto a tragar con fichajes de invierno, instó a Belloch, a "dar el callo" y a acudir "a la oficina a trabajar todos los días", algo que "no hace". Para él, "lo más sorprendente es que haya decidido irse a Madrid" y achaca todo a un "problema de falta de liderazgo", que no se solucionará, "ni con 55 asesores". Aunque su verdadero problema no es fichar, sino justificar los sueldos que acarrearían con las arcas municipales como están.