El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, acaba de ceder definitivamente todo el poder de Urbanismo a sus socios de Chunta. En un decreto de Alcaldía fechado el día de Nochevieja, Belloch delegó sus funciones como presidente de la nueva gerencia de Urbanismo al vicepresidente, el nacionalista Antonio Gaspar. Dicho acuerdo está condicionado a la aplicación y desarrollo de la Ley de Grandes Ciudades, que entró en vigor el pasado día 2 de enero, aunque fuentes oficiales del equipo de Gobierno aseguraron que la normativa no afectará al funcionamiento de la gerencia.

El teniente de alcalde de Urbanismo ostentará toda la responsabilidad ejecutiva de la gerencia, por lo que Belloch sólo figurará como un presidente de representación. De hecho, en el decreto se deja muy claro que no sólo se cede sus competencias en el nuevo órgano sino todas aquellas que se le conceden legalmente como alcalde en esta materia, "aquellas que la legislación de la comunidad asigne al municipio y no atribuya a otros órganos municipales y cualesquiera otras facultades no conferidas de forma expresa al Consejo de Gerencia".

AMPLIAS PRERROGATIVAS En el listado se incluye la aprobación del programa anual de trabajo de la gerencia, la fijación de directrices para el desarrollo del Plan General, la resolución de licencias de actividad no clasificadas y las de apertura, los permisos de edificación, la incoación y resolución de expedientes sancionadores. También dispondrá de libertad para contratar obras, servicios y suministros bajo los límites que fija el propio reglamento de la gerencia.

La única facultad que se reserva para sí el alcalde es la convocatoria y presidencia del consejo de la gerencia de Urbanismo, que implica ordenar las deliberaciones y resolver los empates que se produzcan en las votaciones. No obstante, la prerrogativa será ostentada por Antonio Gaspar cuando esté ausente Belloch.

La cesión de competencias es el resultado del pacto de Gobierno firmado el pasado verano, por el que los socialistas otorgaban a los nacionalistas la gestión urbanística.

Fuentes oficiales del equipo municipal indicaron que la aplicación de la Ley de Grandes Ciudades no afectará a la gerencia de Urbanismo, aprobada el pasado mes de septiembre y que entrará en vigor ahora tras la aprobación de la reforma de la plantilla del área en diciembre y su inclusión en los presupuestos municipales para el 2004.

La gerencia aprobará inicialmente ordenanzas y planes urbanísticos, tramitará las licencias y podrá contratar proyectos y servicios por un valor máximo de seis millones. La única diferencia que implica la Ley de Grandes Ciudades, apuntaron las citadas fuentes, es que la ratificación dependerá en algunos casos de la nueva Junta de Gobierno cuando sólo era potestad del pleno.