El próximo mes de febrero se despejará la incógnita sobre cómo quedará el nuevo sistema de retribuciones de los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza y será el primero en el que "desaparece todo el sistema de dietas" en las sociedades municipales y patronatos y organismos autónomos que dependen del consistorio. Una decisión que surge como fruto del acuerdo político alcanzado con Chunta Aragonesista para aprobar los presupuestos de este año, y que se incluirá en una negociación con el resto de grupos municipales para aclarar la compleja discusión sobre a qué nueve ediles afectará la reforma de la ley de bases. Esta llegará, con toda probabilidad al pleno ordinario del mes que viene.

19.000 EUROS Las medidas impuestas por el Gobierno central son de obligado cumplimiento y aunque solo hable expresamente de la limitación a 100.000 euros del salario del alcalde --que se tendrá que bajar el sueldo--, Belloch aseguró que "eso encadena revisar toda la escala salarial" en el consistorio zaragozano. "Hay que cumplir la ley y los acuerdos del pleno", indicó, y en este sentido, ya avanzó que "habrá una reducción importante de los sueldos de los concejales".

Respecto a su propio sueldo, la reforma local ha establecido un límite que hace que vaya a ver aminorada su retribución. Sobre esto, opinó ayer que le parece "razonable", y que "en estos tiempos cualquier sueldo parece excesivo". En su caso, se le escapó, se le "baja 19.000 euros", pero apostilló que "es igual, hay 100.000, cualquier salario público es algo delicado porque afecta a la sensibilidad de la gente", indicó el alcalde.

Así, recordó que el expresidente del Gobierno, Felipe González, "cuando dijo que iba a abandonar 128.000 porque se aburría, en otro momento, se habría visto como una broma y, sin embargo, se recibió como algo ofensivo". Así que pidió "mucho cuidado" con la discusión sobre las retribuciones de los políticos.

Sin embargo, el debate sobre cómo quedan los salarios y qué concejales se quedan sin dedicación exclusiva se prevé tenso. Igual que el de la supresión de las dietas, un compromiso político sobre una decisión con la que el resto de grupos siempre ha estado en contra.