El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, entregó ayer a Izquierda Unida el control sobre el Plan Integral del Casco Histórico (PICH). Lo hizo mediante un decreto por el que delega en los presidentes de las juntas de distrito la gestión de los planes integrales de su respectivo ámbito territorial. Asimismo, el de Oliver pasa a manos del concejal de PP, José Luis Calvo.

Entre sus atribuciones, Alonso y Calvo serán los encargados de la dirección y gestión de los planes integrales, así como de proponer los objetivos, los planes de actuación y los recursos necesarios.

Igualmente, serán los encargados de coordinar los proyectos y programas desarrollados en el marco de los planes integrales, elaborar documentos de análisis y control de la ejecución de dichos planes, así como impulsar la realización de estudios y prospecciones relacionadas con acciones urbanas de revitalización, renovación de espacios y construcción de equipamientos, entre otras.

Con la cesión de toda responsabilidad sobre el PICH a José Manuel Alonso, Belloch desenfunda un arma de doble (e incluso triple) filo. Por un lado, accede a uno de los deseos de Izquierda Unida, que ya preside el distrito y ve en esta delegación una manera de influir más directamente y agilizar el desarrollo de un plan integral atascado hace años.

Por otro lado, Belloch intenta ganarse así el favor de IU (que podría traducirse en su apoyo en futuras votaciones en el pleno). Y, por último, se reducen las competencias al concejal de Planes Integrales, Laureano Garín, perteneciente a la familia socialista contraria a la del alcalde.