El Ayuntamiento de Zaragoza quiere saber ya qué competencias le va a permitir mantener el Gobierno de Aragón este mismo año, que se resuelva la confusión que ha generado la reforma de la ley de bases y que lo haga de forma urgente en temas tan sensibles como es la educación. Y como la Administración local sigue apurando el proceso administrativo a la espera de que se pronuncie la DGA a la vez que prosigue el funcionamiento ordinario de los centros como si nada pasara ni fuera a pasar, solo le queda la vía de los tribunales y la de cerrar el grifo en cuestiones que la ley no le reconoce como propias. Es el caso de los suministros a los colegios de Primaria o las escuelas infantiles de la ciudad, que representan un gasto anual de 13,73 millones de euros a las arcas municipales y que "a partir de septiembre" podría dejar de pagar el consistorio, "si no llegamos a un acuerdo antes de que finalice este curso".

Junio es fecha límite para decidir. Porque el informe elaborado por el ayuntamiento sobre el impacto de la nueva ley de bases en las competencias que gestiona aún no ha obtenido respuesta por parte de la DGA. Ni siquiera en materia de Educación, para la que se difundió la idea de que tendría una moratoria de un año que ahora nadie contempla. Y se ha abierto el proceso de admisión en las escuelas infantiles --el pasado jueves--, por ejemplo, sin que nadie sepa quién las va a gestionar en septiembre.

NO HABRÁ CORTES Así que el Gobierno de la ciudad ha decidido dejar de gastar en una factura que tradicionalmente ha asumido sin que fuera competencia suya, por otra parte. Los 1,9 millones de euros que paga por el suministro de energía y los 8,64 millones por la limpieza. Un recibo que a partir de septiembre dejarán en suspenso si el Gobierno de Aragón no mueve ficha. Así lo aseguró el vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno, quien confía en "que podamos llegar a acuerdos antes de que finalice el curso escolar".

No obstante, Gimeno recordó que no corre peligro el suministro a estos centros, ya que se trata de un servicio básico al que las compañías eléctricas nunca pueden dejar sin servicio. Pero acumular una deuda con esta empresa siempre trae consecuencias para las Adminsitraciones que dejan de pagarle. Y eso importa. No hace tanto que ciudades como Teruel han sufrido cortes en equipamientos municipales por no abonar la factura.

Las competencias educativas se han convertido en objetivo prioritario para el ayuntamiento zaragozano, por la premura, la incertidumbre en las familias y por los efectos que pueda tener un cambio de manos en la gestión de estos centros.