La delicada situación económica de la sociedad Zaragoza Alta Velocidad y el silencio impuesto por las instituciones que conforman su accionariado (Ministerio de Fomento a través de Renfe y Adif con el 50%, y la DGA y el ayuntamiento, con el 25% cada uno) se rompió ayer. Después de conocerse, tal y como publicó EL PERIÓDICO, que son 159 millones las pérdidas acumuladas por, entre otras cosas, el deterioro de unos suelos que, a punto de concluir una legislatura más, siguen sin salir a subasta pública mientras la deuda con los bancos se agrava, fue el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, el encargado de abrir fuego al instar al Ejecutivo central a "liderar" una estrategia para reducir la deuda. Al mismo tiempo que subrayó que el dinero recibido está "bien invertido" en infraestructuras que ya están hechas.

En declaraciones a Europa Press, explicó que "algo le deberá corresponder al Gobierno de la nación", por ser el accionista mayoritario, y que el ayuntamiento ayudará en todo lo que "sea razonable". A su juicio, se pueden explorar otras fórmulas que "animen" el mercado, como espera que logre la subasta a principios de año de suelo para levantar 870 viviendas. "Es un principio y ojalá haya personas que las compren y se inicie el proceso de normalización", señaló.

Unas palabras que encontraron respuesta en el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, que replicó que la deuda de ZAV "se generó en las legislaturas anteriores", con el PSOE gobernando las tres Administraciones, y que Belloch "debería haber pedido" antes ese liderazgo a los "anteriores ministros". Así que él es "corresponsable" de ese agujero económico, dijo.