El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, se mostró ayer a favor de limitar el sueldo de los primeros ediles de las grandes ciudades a 100.000 euros, dietas incluidas. Y eso que podría conllevar una reducción de sus atribuciones, ya que, aunque Belloch cobra 92.000 euros brutos anuales, por debajo del tope, a esa cifra hay que sumar los emolumentos en concepto de dietas y por la asistencia a consejos de sociedades públicas.

Esta es la última propuesta, pactada entre Partido Popular y PSOE que ha trascendido sobre los sueldos de las corporaciones municipales que contemplará previsiblemente el anteproyecto de ley para la racionalización y sostenibilidad de la administración local que el Gobierno de Rajoy está elaborando.

"No me parece mal criterio que se establezca una cantidad fija y se supriman las cantidades variables, pero lo que diga la ley es lo que haremos", indicó el alcalde de Zaragoza en plena plaza del Pilar, en el acto de reparto del roscón con motivo de la festividad de San Valero. La limitación fue uno de los temas debatidos por la Junta de Gobierno de la Federación Española de Municipios y Provincias, como paso previo a que llegue al Consejo de Ministros dentro de la reforma de la administración local.

AJUSTE "Con estas cifras se me incrementaría en 8.000 euros el sueldo", bromeó Belloch, quien aseguró que, en su opinión, finalmente el ajuste en los sueldos de los alcaldes se realizará "en la práctica" quitando dietas e incrementando el sueldo global. El alcalde se mostró proclive a esta opción, sobre todo en aras de la transparencia, dado que el sueldo anual del primer edil se complementa con las dietas que varían en función del número de sociedades que haya en cada consistorio. "Todo lo que sea sueldo directo es mejor porque es más transparente y no depende de ningún azar", indicó.

En cuanto al hecho de que haya concejales que ganan más que un ministro, Belloch aseguró que "la verdad es que trabajan más" y por tanto "es razonable". Incluso puso como ejemplo que él mismo trabaja "mucho más" como alcalde que cuando fue ministro de Justicia.

Lo cierto es que el Ayuntamiento de Zaragoza, al igual que otros en la comunidad, aguarda con incertidumbre la presentación del anteproyecto, que, al margen de los sueldos de los alcaldes puede variar completamente la gestión municipal.

El Ayuntamiento de Zaragoza ya ha cuantificado el impacto de la ley, a tenor del último borrador, y podrían peligrar 745 puestos de trabajo con la eliminación de competencias impropias y de servicios no sostenibles financieramente.