El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y la coalición municipal PSOE-CHA podrán gobernar sin tener que dar explicaciones de continuo a los grupos de oposición. El nuevo reglamento que adapta el consistorio a la ley de Grandes Ciudades, presentado ayer, oficializa la independencia de la Junta de Gobierno Local respecto del pleno, confirma sus amplios poderes ejecutivos y rebaja el calado político y gestor del pleno, que a partir de ahora funcionará como un parlamento local centrado en el debate y en las labores de control.

El texto, elaborado por el despacho de Carlos Carnicer, presidente del Consejo de la Abogacía, diseña una exhaustiva organización para el consistorio y deja claro el recorte de funciones y de acceso a la información que sufrirá la oposición.

Los concejales podrán solicitar datos de los expedientes que van al pleno --muchos menos que antes-- pero no podrán saber qué pasa en la junta de Gobierno, el órgano donde ahora se cuecen los asuntos municipales de envergadura, porque sus deliberaciones son secretas.

Puede pedir información sobre el orden del día, o sobre los expedientes que se tratan en esas sesiones, pero deben hacerlo por escrito, tienen que saber qué solicitan --no se admiten requerimientos de carácter general-- y el alcalde cuenta con un plazo de cuatro días para decirles que no admite su petición. Si en ese tiempo no hay respuesta, se sobreentiende que se concede el permiso.

Las antiguas comisiones informativas semanales, por donde pasaban todos los temas municipales antes de llegar a la sesión plenaria, son ahora comisiones de pleno mensuales en las que se han reducido drásticamente los contenidos. En ellas --como en el Consejo de Gerencia-- sí esta presente la oposición: la documentación de los asuntos debe estar disponible en el momento en que se convocan estas reuniones.

OTROS PUNTOS La ley aparta a la oposición del camino del Gobierno, pero el reglamento tiene también otros puntos de interés. Carlos Carnicer explicó ayer que su despacho ha elaborado "una norma ilustrativa y didáctica para los ciudadanos", que aboga por la "transparencia" en el consistorio y quiere evitar el uso del cargo para fines particulares. El texto mantiene la declaración de bienes y de actividades lucrativas para los ediles.

Además de regular el Gobierno, organiza el pleno y las formas de tramitar las normas del ayuntamiento.

Ayer, el alcalde pasó el reglamento a la Junta de Portavoces para que lo analicen y presenten alegaciones. En junio debe estar aprobado.