El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, se comprometió ayer a sacar a concurso las obras de la primera línea de tranvía de la capital en el plazo de un año. El trazado, de casi ocho kilómetros, unirá los barrios de Valdespartera y del Actur por el centro y estará disponible para el ciudadano antes de que acabe la legislatura --2007--, según el presidente aragonés, Marcelino Iglesias.

Ambos responsables políticos aprovecharon el día previo al inicio de la campaña electoral para organizar la firma de un protocolo de colaboración con el que pretenden impulsar en unos meses el transporte metropolitano de Zaragoza. En el documento se recoge la intención de repartirse a partes iguales la financiación del metro ligero. Sólo la primera línea Norte-Sur podría costar unos 142 millones de euros.

El protocolo también establece la intención de crear un consorcio para promover, además del metro ligero, un servicio de cercanías. Para ello, será imprescindible involucrar al Ministerio de Fomento, que se niega en rotundo.

Responsables de los tres partidos que sustentan los gobiernos municipal y autonómico --PSOE, PAR y CHA-- acudieron a la sede de la DGA para la firma del protocolo. Iglesias dijo tajante que el tranvía es un "compromiso y no una virtualidad", al igual que la plataforma logística o Valdespartera. "La voluntad es extender esta línea, que se desarrollará en esta legislatura, a la gran Zaragoza", subrayó.

PLAZO "VEROSIMIL" Belloch incidió en que iniciar las obras en el primer trimestre del 2005 no es "ninguna entelequia" sino un compromiso "verosímil y realista" gracias a la coparticipación del ayuntamiento y del Gobierno regional.

Una comisión técnica de ambas administraciones deberá ahora redactar con apoyo externo un plan intermodal de transporte y los trabajos necesarios para licitar la concesión para la construcción y explotación del tranvía, que implica sendos estudios informativo y de viabilidad y la propia redacción del proyecto.

El consejero de Obras Públicas y Transportes, Javier Velasco, señaló que se disponen de algunos avances, aunque incidió en que hará falta disponer de un proyecto con distintas alternativas de trazado. En este sentido, apuntó la posibilidad de que un tramo sea soterrado.

De hecho, los trabajos se basan en un estudio preliminar de viabilidad del tranvía, redactado por la consultora Sener en el 2001. El tranvía Norte-Sur exigiría, según el primer diseño, una estación subterránea bajo la plaza de Basilio Paraíso, ya que cruzaría bajo tierra este importante nudo de tráfico viario. El nuevo modo de transporte requerirá plataformas exclusivas e implicará una reestructuración del transporte urbano en la ciudad, según apuntó el teniente de alcalde de Servicios Públicos, Carlos Pérez Anadón.