El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha presumido hoy del avance en movilidad y urbanismo y la proyección exterior que ha experimentado la ciudad en los últimos 11 años y solo ha lamentado no haber logrado cerrar la capital por el Este y de no contar con una Ley de Capitalidad, competencia del ejecutivo autonómico.

Belloch se ha enfrentado al último debate del estado de la ciudad tras renunciar presentarse a su cuarta reelección en las próximas elecciones autonómicas, de ahí que no haya incluido ninguna propuesta en su discurso salvo su compromiso para intentar poder cerrar un acuerdo con el Gobierno de Aragón para poder contar con una Ley de Capitalidad antes de finalizar el mandato.

"Zaragoza está notablemente mejor, pero los zaragozanos no tanto" ha señalado el alcalde, quien ha incidido en los problemas que la crisis económica ha generado entre los ciudadanos, por la que siguen "abrumados y castigados", que conduce a la exclusión y la pobreza, impide encontrar trabajo y "mutila" las ilusiones para tener un futuro mejor.

En este sentido, a pesar de la transformación que la ciudad ha experimentado en este tiempo, tanto por las mejoras en infraestructuras y equipamientos que conllevó la organización de la Exposición Internacional de 2008, como por las que se llevaron con posterioridad, como la puesta en marcha de la primera línea del tranvía, Belloch ha reconocido que la percepción de la ciudadanía es "muy distinta, muy negativa, muy pesimista y muy crítica".

El motivo que ha aducido es que todos esos proyectos "no son suficientes para modificar el destino económico" ni de ésta ni de "cualquier ciudad", porque a Zaragoza "también le ha castigado el huracán de la crisis financiera".

Ha descartado, como se le ha criticado, que las inversiones derivadas de la Expo fueran una carga sino y ha dicho que han sido "una verdadera bendición" y, aunque ha reconocido que algunas de las actuaciones llevadas a cabo podrían ser "legítimamente discutibles", ha advertido que sin ese evento algunas "nunca" se habrían podido conseguir.

Ha citado que esta muestra permitió resolver algunos déficit históricos ambientales, recuperar las riberas del Ebro, del Gállego, del Canal Imperial y del Huerva o mejorar la movilidad, que "dejaba bastante que desear", con la construcción primera línea del tranvía, la línea de cercanías o el servicio público de alquiler de bicicletas.

La disponibilidad de suelo para 10.000 viviendas, la terminal marítima de Zaragoza TmZ o las trece obras de modernización, por 143,4 millones de euros llevadas a cabo, le dan a Zaragoza, a juicio de Belloch, "argumentos y recursos para recuperar la confianza y hasta un cierto optimismo".

La innovación tecnológica, la puesta en marcha de una de las mayores redes públicas inalámbricas, la implantación de la tarjeta ciudadana, "imitada" dentro y fuera de España, la colaboración con la Universidad, la proyección internacional de la ciudad y la aprobación del código del buen gobierno, son otros de los aspectos destacados de su mandato por el dirigente socialista.

Pero a Belloch, lo que le importa, ha asegurado, es la gente, la tasa del paro del 20 por ciento o las 20.000 solicitudes de ayudas de urgente necesidad que se esperan este año, lo que ha supuesto que desde el comienzo de la crisis las partidas de acción social se hayan incrementado hasta los 74 euros por zaragozano y un esfuerzo para conservar el empleo público.

Según el alcalde, "pese a las draconianas obligaciones económicas" que están imponiendo la UE y el Gobierno de España, desde el Ayuntamiento de Zaragoza se está haciendo lo posible para evitar los desahucios y ha informado de que desde junio de 2012 se han atendido 1.600 consultas y peticiones de asesoramiento y tramitado 400 expedientes de mediación con un balance de un 63 por ciento de los casos resueltos satisfactoriamente.

Belloch ha dicho que han gestionado "razonablemente bien en tiempos de vacas gordas" y que lo están haciendo "razonablemente bien en tiempos de vacas flacas", lo que demuestra, ha indicado, que son posibles otras políticas y que es posible evitar la fractura social, un logro en el que no ha olvidado el compromiso de CHA e IU, de quienes espera su apoyo a los presupuestos de 2015.

Por último, ha reconocido no ser el alcalde "rocero" que muchos ciudadanos hubieran querido, pero ha asegurado que ha sido el alcalde de "todos", que no ha renunciado "a la pasión de hacer ciudad" y que ejercerá hasta el último día de mandato, para lograr, entre otras cuestiones, la Ley de Capitalidad y consolidar una alianza estratégica con la Universidad pública.