Además de las ventajas fiscales, se incluye la bonificación del 45% de las cuotas a la Seguridad Social por la contratación de un cuidador; el incremento del límite de ingresos para tener derecho a la asignación económica de la Seguridad Social por hijo a cargo menor de 18 años; ampliación del periodo cotizado para excedencia por cuidado de hijo y del periodo de reserva del puesto de trabajo; exención en matrículas y tasas académicas, y bonificaciones en transportes y bienes sociales y culturales.